domingo, 2 de diciembre de 2007

Accidentes de tráfico

Hace algún tiempo, yo viajaba en el asiento de la derecha cuando se cruzó un imprudente peatón, en un tramo no señalizado y con riesgo para su vida. El conductor del vehículo no hizo ningún ademán de frenar o disminuir la velocidad y se lo hice notar. Me respondió que si alguien se mete por el medio de ese modo es porque está de sobra. Este caballero es igual en su vida ordinaria, en la que no padece estrecheces de tipo económico. Odia sin recato a quienes se interponen entre él y sus objetivos y no tiene frenos morales, sino legales. Quizá haya más gente como él. Los vehículos a motor son armas peligrosas en manos de gente irresponsable. Si la red de carreteras, con sus señales de tráfico, fuese un veinte por ciento peor, pero los conductores condujesen un veinte por ciento mejor, no cabe duda de que el número de accidentes se reduciría notablemente. Siempre habrán accidentes que no se habrán podido evitar, puesto que hasta el conductor más cuidadoso y seguro comete errores y porque también surgen reventones o averías imprevisibles. Pero muchos de los accidentes que ocurren son fruto de la frivolidad y las consecuencias no se pueden reparar en muchos casos. También tuve noticia en su día de un político de primer nivel que todos los días mandaba al portero de su finca a pagar la multa por exceso de velocidad. Es decir, él ya asumía que el coste del traslado por la autopista se componía de peaje más multa. Txiqui Benegas confesó en su día que circulaba a cerca de 200 kms/h. Hace poco, el Director General de Tráfico ha sido sorprendido sobrepasando también los límites de velocidad. Este generalizado escaso respeto por las normas es el responsable de que hayan muerto o quedado inválidas un buen número de personas. Es bueno mejorar las vías de comunicación y señalizarlas correctamente. Pero, además de ello, los conductores deberían saberse vigilados en todo momento. Y todos los que tienen alguna responsabilidad política, o policial, o sencillamente buscan creerse personas responsables, deberían respetar las normas de tráfico. Y al ver un accidente al pasar, todos deberíamos sentirnos culpables en cierto modo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

LLamando, llamando a los puntos y a parte...