sábado, 22 de diciembre de 2007

El canon

En mis primeros tiempos en Internet, vine a dar con un portal que pagaba puntos, que se podían canjear, por escribir. Además de esto, había allí un ambiente de gran camaradería, que fue lo que realmente me impulsó a unirme. Opté por cambiar por libros los pocos puntos que obtuve. Me parece que la librería se llamaba El Submarino y desgraciadamente desapareció ya. El hecho es que casualmente descubrí que otro usuario había copiado íntegramente y presentado como suyo el primero de mis escritos. Ignoro si eso sucedió más veces y tampoco lo he querido averiguar nunca, porque me di cuenta enseguida de que eso es imposible de controlar. Por supuesto que no voy a comparar el perjuicio que se me puede causar a mí con el de Ramoncín. Pero he de añadir que para que yo tuviera algún disco de Ramoncín en mi casa tendrían que pagarme mucho y para que lo escuchara todavía más. Tan injusto es que la gente consiga gratuitamente canciones de Ramoncín como que yo tenga que pagar por ello. Ya sé que Ramoncín no es el único perjudicado, pero yo no puedo nombrarlos a todos.
Voy a poner un ejemplo. El padre de Javier Guardiola Guevara emigró de Parcent a Mendoza. Javier, que nació en Mendoza, lleva a Parcent en el corazón. En Mendoza hay más gentes oriundas de Parcent y pueblos de los alrededores. Supongamos que quiero mandarles unas fotos, para que las comparen con las de sus antepasados y vean la evolución de la comarca y a algunos de sus familiares que les quedan allí. Tomo mi propia cámara o le pido a Cosme Moncho Francés, que vive en Parcent, que las haga. Descarga las fotos de su propia cámara para copiarlas a varios CDs y enviarlas a Mendoza por correo. Pues ya está cobrando Ramoncín. ¿Y qué tiene que ver él con Parcent y con la nostalgia de los descendientes de los parcentinos?
La Biblia, más concretamente el Eclesiastés, dice que “el número de los tontos es infinito”, y habremos de concluir en que la Biblia, al menos en este punto, dice la verdad. La cuestión es que Zapatero ha tomado nota y nos ha impuesto el canon digital.

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