lunes, 3 de diciembre de 2007

Albert Boadella

Ha concedido una entrevista a El Semanal y lo que dice no debería dejar indiferente a nadie. Por el simple hecho de que no es nacionalista recibe el desprecio de sus conciudadanos. Si fuera abogado no tendría clientes. Si se ganara la vida con una tienda de ultramarinos, la hubiera tenido que cerrar. Ése y no otro es el espíritu democrático de los nacionalistas. He repetido algunas veces y puedo seguir haciéndolo que el hecho de que alguien profese una ideología cualquiera, siempre que esté dentro del arco legal, no es motivo suficiente para considerarle buena o mala persona. Pero Boadella es rechazado en Cataluña por no ser nacionalista. Supongo que no hay ningún motivo para que el nacionalismo pueda ser declarado ilegal o inconstitucional. Pero tampoco hay ninguno para considerarlo un bien a proteger, más parece innecesario y nefasto. Sería injusto decir que el nacionalismo fomenta el terrorismo; no lo es tanto afirmar que la ideología nacionalista proporciona a ETA el clima que necesita para sobrevivir. Por cierto, Consuelo Ordóñez, la hermana de Gregorio Ordóñez, tuvo que salir de su San Sebastián natal por falta de clientes. No por falta de valor, no por miedo a ETA, sino porque necesita trabajar para vivir. Estas son las convicciones democráticas y morales de los nacionalistas. Naturalmente que quienes deciden no asistir a las obras teatrales de Boadella, o eligen a un competidor de Consuelo Ordóñez han sabido encontrar excusas. Pero si se comportaran como personas cabales, capaces de respetar las elecciones de los demás y de aborrecer el crimen y situarse junto a las víctimas, el mundo sería más habitable. La democracia requiere que los ciudadanos interioricen los comportamientos democráticos. El hecho de que los nacionalismos necesiten ejercer tanta presión sobre los ciudadanos es un dato. La falta de sensibilidad que demuestran los nacionalistas con quienes eligen otras opciones políticas, también constitucionales, también irreprochables desde el punto de vista moral o legal, es otro dato. Resulta que en Cataluña hay personajes muy burdos, y no voy a decir nombres por no hacerles publicidad, que están ganando mucho dinero por haber abrazado la causa. La soledad y el desprecio están reservados para aquellos que buscan el confort que proporciona seguir el propio camino.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Ya se sabe: "O conmigo, o contra mi"...

Anónimo dijo...

Escribo desde Valencia, me alegro con todo mi corazón que vayan cerrando repetidores de la TV3 en la Comunidad Valenciana. Después de tantos años, de repetente, a la Generalitat de Cataluña le ha entrado la iluminación, de firmar un convenio con Valencia. Disfruto mucho viendo cómo se arrastra la Generalitat de Cataluña suplicando que se firme un convenio. Adiós Tv3 de Valencia, adiós para siempre.

Anónimo dijo...

Escribo desde Valencia, me alegro con todo mi corazón que vayan cerrando repetidores de la TV3 en la Comunidad Valenciana. Después de tantos años, de repetente, a la Generalitat de Cataluña le ha entrado la iluminación, de firmar un convenio con Valencia. Disfruto mucho viendo cómo se arrastra la Generalitat de Cataluña suplicando que se firme un convenio. Adiós Tv3 de Valencia, adiós para siempre.