El gobierno de Cuba ha impedido la entrada en la isla de Luis Yáñez, portavoz socialista de la Asamblea Parlamentaria Eurolatinoamericana, sin dar ninguna explicación, aunque se puede adivinar que el motivo proviene de las críticas que viene haciendo al régimen cubano.
Se da el caso de que, en contra del sentido común, Moratinos visitó la isla hace poco. También visitó Gibraltar y poco después los navíos británicos disparaban contra la bandera española (éste es, por otro lado, el nivel ético de los británicos; no hay ningún temor de que supere al de los españoles, por mucho que éste se empeñe en ir bajando sin prisa pero sin pausa). Se empeña en llevarse bien con Mohamed, al que incluso ayudó a humillar a Aminetu Haidar, y salió escaldado. Ahora, Aminetu Haidar sufre arresto domiciliario y ocho saharauis fueron juzgados caprichosamente y pueden ser condenados a muerte.
Elena Valenciano, secretaria de Política Internacional del PSOE, dijo que es una decisión soberana pero que no comprendemos. No se entiende tanta benevolencia. No es una decisión soberana, sino arbitraria. Si la nación española tiene que ir soportando los caprichos de unos y de otros, mal vamos. El régimen cubano es dictatorial, como el del Mohamed marroquí y como el de Chávez. Si el gobierno de Zapatero se empeña en ir quitando estatuas de Franco, como si con ello borrara la historia, o la reescribiera, debe ser consecuente y no admitir relaciones plenas con ninguna dictadura.
Pero no terminan aquí las desdichas de la política exterior española, hace poco se le condonó toda la deuda a Bolivia, presumiblemente porque su gobierno se dice de izquierdas y Evo Morales está en la órbita de Hugo Chávez. ¿Se la hubiera condonado si haciendo la misma política se hubiera dicho de derechas y en lugar de relacionarse con Chávez lo hiciera con Alán García? En Honduras, el gobierno español apostó por la carta perdedora. Obama cada día pide más soldados para Afganistán…
Se da el caso de que, en contra del sentido común, Moratinos visitó la isla hace poco. También visitó Gibraltar y poco después los navíos británicos disparaban contra la bandera española (éste es, por otro lado, el nivel ético de los británicos; no hay ningún temor de que supere al de los españoles, por mucho que éste se empeñe en ir bajando sin prisa pero sin pausa). Se empeña en llevarse bien con Mohamed, al que incluso ayudó a humillar a Aminetu Haidar, y salió escaldado. Ahora, Aminetu Haidar sufre arresto domiciliario y ocho saharauis fueron juzgados caprichosamente y pueden ser condenados a muerte.
Elena Valenciano, secretaria de Política Internacional del PSOE, dijo que es una decisión soberana pero que no comprendemos. No se entiende tanta benevolencia. No es una decisión soberana, sino arbitraria. Si la nación española tiene que ir soportando los caprichos de unos y de otros, mal vamos. El régimen cubano es dictatorial, como el del Mohamed marroquí y como el de Chávez. Si el gobierno de Zapatero se empeña en ir quitando estatuas de Franco, como si con ello borrara la historia, o la reescribiera, debe ser consecuente y no admitir relaciones plenas con ninguna dictadura.
Pero no terminan aquí las desdichas de la política exterior española, hace poco se le condonó toda la deuda a Bolivia, presumiblemente porque su gobierno se dice de izquierdas y Evo Morales está en la órbita de Hugo Chávez. ¿Se la hubiera condonado si haciendo la misma política se hubiera dicho de derechas y en lugar de relacionarse con Chávez lo hiciera con Alán García? En Honduras, el gobierno español apostó por la carta perdedora. Obama cada día pide más soldados para Afganistán…
1 comentario:
Seguro que el trato sería desigual.
El presidente Alan García de Perú está catalogado como opositor al gobernante venezolano y boliviano, Chavez y Evo por mantener regímenes autoritarios y poco democráticos.
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