El diario La Vanguardia, en su sección La Foto del Lector, publica hoy una en la que figura un cartel con la leyenda “Milagros a Lourdes” que un centro de Estética tiene puesto en su escaparate. La nota explicativa se titula “Quien avisa no es traidor”, y el autor de la foto es José Antonio Godina.
Probablemente fueron esos médicos que obligados a dar una noticia mala tenían que soportar después las perentorias demandas de que hiciera lo imposible los primeros en pensar en que quien quisiera un milagro que se lo pidiera a la Virgen de Lourdes. O de Fátima. Quizá, si un médico se detiene a pensar en abismo que hay entre lo que sabe que puede hacer y lo que le demandan los pacientes sienta vértigo. Es probable que a medida que los médicos vayan siendo vistos más como científicos que como magos este abismo se irá empequeñeciendo. Pero una cosa es que un médico lo piense y otra que se rebaje a decirlo. El hecho de que los demandantes pierdan la compostura no le obliga a él a perderla.
Y si está mal que esa frase la diga un médico, aunque es lógico y disculpable que lo piense más de una vez, puesta en boca de un esteticista es una grosería. Y si ya lo anuncian en el escaparate con letras bien grandes es para no entrar. Si las mujeres van a un centro de estética será para que allí saquen el mejor partido posible de su físico. Probablemente, en el campo de los esteticistas los hay que saben hacer cosas que causan admiración. Y quizá los haya que al notar la cara de decepción de sus clientes, en lugar de pensar en su impericia, sueltan una grosería. El milagro sería, en este caso, que la respuesta fuera educada.
Probablemente fueron esos médicos que obligados a dar una noticia mala tenían que soportar después las perentorias demandas de que hiciera lo imposible los primeros en pensar en que quien quisiera un milagro que se lo pidiera a la Virgen de Lourdes. O de Fátima. Quizá, si un médico se detiene a pensar en abismo que hay entre lo que sabe que puede hacer y lo que le demandan los pacientes sienta vértigo. Es probable que a medida que los médicos vayan siendo vistos más como científicos que como magos este abismo se irá empequeñeciendo. Pero una cosa es que un médico lo piense y otra que se rebaje a decirlo. El hecho de que los demandantes pierdan la compostura no le obliga a él a perderla.
Y si está mal que esa frase la diga un médico, aunque es lógico y disculpable que lo piense más de una vez, puesta en boca de un esteticista es una grosería. Y si ya lo anuncian en el escaparate con letras bien grandes es para no entrar. Si las mujeres van a un centro de estética será para que allí saquen el mejor partido posible de su físico. Probablemente, en el campo de los esteticistas los hay que saben hacer cosas que causan admiración. Y quizá los haya que al notar la cara de decepción de sus clientes, en lugar de pensar en su impericia, sueltan una grosería. El milagro sería, en este caso, que la respuesta fuera educada.
1 comentario:
Je je je... Me ha hecho gracia.
Vale, estoy de acuerdo en que si veo ese cartel no entro (aunque de todas formas nunca se me ha pasado por la cabeza hacerlo, el recauchutado nunca me ha gustado).
Pero comprendo que deben estar hartos porque he leído muchas veces entrevistas a médicos contando que se les presenta alguien bien armado con fotos y les pide los ojos de Jennifer López, los pómulos de Angelina Jolie, el tetamen de... En fin, les piden un trabajo de Dr. Frankeinstein pero en fino, je je je...
Mira a Belén Esteban, está contentísima, pero ya veremos cuando dentro de un tiempo no pueda sonreír y parezca la máscara de Tutankamón.
Recuerda a la duquesa de Alba, con todos sus millones, la dejaron hecha un cromo para la eternidad. Es una caricatura andante.
Cada rostro tiene unas proporciones donde, si la nariz es así, los pómulos han de ser asá. Por ello es fácil darse cuenta de si alguien se ha sometido a una operación estética.
Hace muchos años, cuando se emitía la serie 'Remignton Steele' y se estrenó un desconocido Pierce Brosnan, lo dije nada más verlo: este se ha operado la nariz, no es la suya.
Tiempo después, bastante después, cuando ya era famoso, él mismo lo confesó en una entrevista, que se había operado de bien jovencito.
Está bien algún retoque que suponga un complejo, por ser algo tan evidente y desproporcionado que amargue la vida haciendo perder la autoestima, pero eso de hacer unas "obras mayores", de arriba a abajo... :D
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