En su calidad de ministro de Fomento, José Blanco, al que le molesta que le llamen Pepiño, ha dado en desvelar los sueldos de los controladores aéreos, con la intención despertar la envidia de los demás y así quitarles fuerza en las negociaciones que están llevando a cabo. Esta forma de proceder, tan ventajista y poco caballeresca, es la que induce a utilizar el apelativo por el que es popularmente conocido.
Ignoro si los controladores cobran mucho porque son pocos y se aprovechan de esa escasez. Políticos, en cambio, hay muchos más, y se aprovechan de que son ellos quienes deciden cuánto les hemos de pagar los ciudadanos cada mes. Si un controlador no va a trabajar u día, causa un problema grande. Si un político, o un millar de políticos, falta al trabajo un día, todo va mejor. Si un controlador aéreo comete un error, puede desencadenarse una catástrofe y a saber lo que sería luego de él. A los políticos españoles, Pepiño incluido, les ha estallado la burbuja inmobiliaria en las manos, con consecuencias catastróficas para muchos, y a ninguno le ha pasado nada; más bien se empeñan en echar la culpa a otros. Ellos nunca hacen nada mal, siempre son otros los culpables.
¿Cuánto cobra Pepiño? ¿Cuánto cobra Leire Pajín? Cada vez que Leire Pajín abre la boca hace el ridículo. Estamos ya inmersos en el acontecimiento sideral, en esa conjunción de los astros planetarios que iba a asombrar al mundo, sin tener en cuenta que ya estábamos asombrados con creces de tanta desfachatez, de tanto no dar una a derechas y apuntárselo como éxito, de tanto intento por encubrir lo que realmente les preocupa, que es fortaleza del pegamento que los mantiene unidos a la poltrona.
Por lo menos los controladores aéreos hacen cosas de provecho.
Ignoro si los controladores cobran mucho porque son pocos y se aprovechan de esa escasez. Políticos, en cambio, hay muchos más, y se aprovechan de que son ellos quienes deciden cuánto les hemos de pagar los ciudadanos cada mes. Si un controlador no va a trabajar u día, causa un problema grande. Si un político, o un millar de políticos, falta al trabajo un día, todo va mejor. Si un controlador aéreo comete un error, puede desencadenarse una catástrofe y a saber lo que sería luego de él. A los políticos españoles, Pepiño incluido, les ha estallado la burbuja inmobiliaria en las manos, con consecuencias catastróficas para muchos, y a ninguno le ha pasado nada; más bien se empeñan en echar la culpa a otros. Ellos nunca hacen nada mal, siempre son otros los culpables.
¿Cuánto cobra Pepiño? ¿Cuánto cobra Leire Pajín? Cada vez que Leire Pajín abre la boca hace el ridículo. Estamos ya inmersos en el acontecimiento sideral, en esa conjunción de los astros planetarios que iba a asombrar al mundo, sin tener en cuenta que ya estábamos asombrados con creces de tanta desfachatez, de tanto no dar una a derechas y apuntárselo como éxito, de tanto intento por encubrir lo que realmente les preocupa, que es fortaleza del pegamento que los mantiene unidos a la poltrona.
Por lo menos los controladores aéreos hacen cosas de provecho.
1 comentario:
Me ha deleitado la claridad de las ideas expuestas asi como su acierto. Pero tratandose de un miembro de Mensa, es logico. Es lo que tiene ser inteligente, no te pueden manejar tan facilmente.
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