lunes, 16 de mayo de 2011

Revisar la normativa de construcción

Se supone que la tarea de un gobierno es atender las necesidades de los ciudadanos, dictar las leyes necesarias para esas necesidades, vigilar que se cumplan, y revisar las existentes por si hubieran quedado desfasadas o contuvieran errores.
Ahora bien, cuando en lugar de eso lo que se intenta es demostrar la superioridad, moral o de cualquier otra índole, de la propia opción política sobre las demás, entra de lleno en el terreno de la corrupción, por no atender los cometidos que son los propios de la función gobernante. Tampoco es de recibo que se intenten venganzas históricas, la función del gobierno consiste en este caso en facilitar la tarea a los jueces para que se haga justicia y para que se pueda indemnizar o rehabilitar a quienes hayan sido víctimas de una injusticia.
Choca que un gobierno que exige responsabilidades a otros por asuntos pasados y clama por qué pidan perdón olvide pedirlo a los afectados por el terremoto de Lorca. La normativa de construcción, y concretamente la antisísmica, en otros países es más exigente que la española, y en el caso de que no sea así habrá que convenir en que se controla más su cumplimiento. En otras palabras, el gobierno debería haber pedido perdón a los damnificados de Lorca y a todos aquellos que están en peligro porque sus casas no podrían resistir un seísmo. Se ha limitado a anunciar que revisará toda la normativa.
Es cierto que estos edificios fueron construidos tiempo atrás, con otros gobiernos, pero el actual ha tenido tiempo suficiente para advertir estos fallos. No habiéndolo hecho, debería haber dado el paso citado, y con este gesto los anteriores se hubieran visto obligados a hacer lo mismo.
Las casas de los ricos resisten, las de los pobres caen. ¿Quién se preocupa de los pobres? Son los damnificados en las crisis, en los terremotos, y todo lo que se presente que no sea bueno. Y ahora les piden el voto y a cambio les prometen la gloria.

No hay comentarios: