No se trata de que se presente un matrimonio en el registro y que el funcionario tenga que decidir el orden de los apellidos de su vástago, Zapatero Mas o Mas Zapatero, sino que ambos han coincidido en el gesto de echar la culpa a sus antecesores de las medidas que se ven obligados a tomar.
Al menos, Mas tiene la excusa que él acaba de llegar a las responsabilidades de gobierno. Ahora bien, es dudoso que no supiera, o al menos sospechara, lo que se iba a encontrar. Recortes Mas, o Mas Recortes, podrían haber sido sus lemas de campaña. Pero antes de recortar en Sanidad, con las graves consecuencias que esto tiene para ciertas personas, podría considerar la conveniencia de suprimir “embajadas”, las subvenciones a Eliseu Climent o los viajes de Carod.
Que Zapatero le eche la culpa de lo que sucede a Aznar -y le precedieron en esta canción algunos ministros, con lo que ya sabe qué hay que hacer para ser ministro con Zapatero- después de los años que lleva como presidente del gobierno
Así las cosas cuesta decir: este presidente... Parece más propio: Este chico...
De lo que tampoco se da cuenta Zapatero es de que al echarle las culpas de todo a un presidente remoto, reconoce en primer lugar que dio por buena su política, puesto que no cambió nada. Si hubiera cambiado algo, quizá ahora podría decir: la que nos hubiera caído si no llegamos a cambiar. En segundo lugar, marca el camino a quien le suceda, que le echará las culpas a él, a Zapatero, de los recortes.
Pero no todos van a poder echar las culpas a su antecesor. Camps no podrá hacerlo. Y también debería plantearse la conveniencia de suprimir gastos inútiles, como el de la Academia Valenciana de la Lengua o el Consejo Valenciano de Cultura, antes de recortar en la Sanidad y la Educación.
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