domingo, 14 de julio de 2013

La inteligencia de González Pons

Cuando Esteban González Pons fue enviado a Madrid un veterano y muy famoso columnista escribió de él que tenía “demasiadas luces”. Esto me reafirmó en las dudas que yo tenía sobre las “luces” del veterano y muy famoso columnista.
González Pons fue a Madrid porque el equilibrio de fuerzas dentro del PP había cambiado y Francisco Camps, que por aquellas fechas aspiraba a todo, había aumentado su peso específico en el partido.
No se sabe qué es lo que pretendía Camps al mandar a González Pons a Madrid, quizá quitárselo de encima, porque a éste le gusta acaparar protagonismo. Con este fin dijo que iba a hacer un urbanismo sandía, verde por fuera y rojo por dentro. Todo su pensamiento está enfocado a buscar titulares. Puede que sea inteligente, pero actúa como “listo”.
Desde la chorrada esa del urbanismo sandía no sé cuántas más habrá dicho, porque resulta muy cansado seguir sus pasos y yo he omitido ese trámite.
Hay más políticos con la misma manía que él, ya se sabe que las necedades triunfan con mucha facilidad, más difícil es que triunfe algo sensato. Y si no que se lo pregunten a Tierno Galván, que trató de impedir que a las calles de sólo andar se las llamase peatonales. En tiempos de incuria y atrevimiento, decía.
La cuestión es que González Pons ha ido adquiriendo soltura, por lo que se ve, y acaba de lanzar una gran frase: “El PP no es Bárcenas, es Miguel Ángel Blanco”. ¡Ah!, ¿y Esteban González Pons no? Ha sido atacado y escarnecido, lógicamente, por decir eso. Pero el buen hombre da a entender que en el PP no hay ningún vivo, y digo lo de vivo sin segunda intención, que pueda representar al partido. ¿A quién podría haber citado? ¿A Camps? ¿A Zaplana? ¿A Gallardón? ¿A Botella? ¿A Mato? ¿A Aznar?


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