lunes, 16 de diciembre de 2013

A Domingo Parra no le preocupa el Banco de Valencia

Según un reportaje que publica hoy Las Provincias, firmado por Julián Larraz, el interés de Domingo Parra se centra en dos cuestiones. La primera, porque supongo que es la primera, consiste en no ir a la cárcel.
La segunda es que quiere cobrar más de diez millones de euros de indemnización por su despido del Banco de Valencia, un ente que ya no existe. No consta en el citado reportaje que la desaparición de este banco, con el consiguiente quebranto económico para sus empleados y accionistas le quite el sueño. Sí que se dice que durante los 17 años que dirigió el banco no estaba acostumbrado a salir en la prensa. Pero sí que aparecía de vez en cuando y siempre en términos elogiosos para su persona.
El Banco de Valencia que durante el mandato de Joaquín Reig y José María Sales ya estuvo a punto de irse a pique, se fue definitivamente con José Luis Olivas y Domingo Parra. Quizá el último empujón lo diera Rodrigo Rato. Parece difícil acabar con un banco, pero en España hay varios que lo han conseguido. Y otros, como se sabe, han estado a punto. Y otros se han salvado porque los gobiernos de España suelen ser buenos con los bancos.
Según el citado reportaje, Domingo Parra no tiene problemas económicos; no obstante, insiste en cobrar esos más de diez millones de euros, que por lo visto merece. José Luis Olivas y él formaban un tándem en este banco. Y últimamente tratan de echarse las culpas uno al otro. Puede decirse que ambos estaban en sus cargos por decisión de Francisco Camps y Rita Barberá, que eran los que cortaban el bacalao en la Comunidad Valenciana. La inoperancia del Banco de España ya es proverbial.
La moraleja de todo esto es que los ciudadanos de a pie no pueden confiar en las instituciones políticas, en el Banco de España y tampoco en la prensa.

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