martes, 6 de mayo de 2014

Gerry Adams se enfada

La actitud del 'pacifista' este guarda similitud con la de ciertos personajes, también 'pacifistas', que bajan la calidad democrática de España.
La detención de Gerry Adams ha conllevado que éste reaccione profiriendo amenazas, en el sentido de que dice se ha puesto en peligro “el proceso de paz”. Mal proceso ha de ser aquel que se tambalea como resultado de una actuación ordinaria de la justicia.
Un demócrata que viva en un país democrático, dentro de éste, siempre ha de respetar la ley. En el caso de Gerry Adams, el 'pacifista', su reacción debió ser la de calmar a sus seguidores y hacerles comprender que la policía y los jueces han de hacer su trabajo.
Lo que hay que tener en cuenta, sobre todo, no es el llamado eufemísticamente 'proceso de paz' y que, a la vista de este proceder, es, sin duda, otra cosa, sino el horrendo crimen que se investiga y acerca del cual Gerry Adams lo único que dice es que él no ha sido y añade que el IRA ya no existe. Su propuesta ante el caso es, pues, que la Justicia dé carpetazo al asunto. El drama que viven los hijos de la mujer asesinada desde el momento en que se la llevaron queda por debajo, para este señor, del tantas veces citado ya 'proceso de paz'. Hay que recordar que cuando se la llevaron sus hijos trataron de evitarlo agarrándola de las piernas, de la ropa, de donde fuera, mientras lloraban desconsoladamente, sin que nada de ello conmoviera a sus captores, que luego se ensañaron brutalmente con ella.
Y ahora quieren Gerry Adams, y quienes le apoyan y vitorean, que el crimen siga impune, cosa que no cabe descartar que ocurra. Pero para las personas decentes es una necesidad poder decir que por lo menos se ha hecho lo posible para esclarecer el caso. Esto último deberían saberlo Rajoy y sus ministros, porque en España hay muchos crímenes impunes. Se da el caso curioso de que tanto Rajoy como Rubalcaba han sido ministros del Interior.

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