sábado, 30 de julio de 2016

La angustia de Iceta

Se conoce que San Vicente Ferrer fue un santo que hacía un milagro tras otro. No es el caso de Mariano Rajoy. Es dudoso que alguna vez se decida a hacer un milagro, pero si se observa el ganado que tiene alrededor se comprende un tanto su renuencia.
Iceta, por ejemplo, del partido socialista, dijo: “Fuera no sé si se entiende la angustia de Cataluña”, como si Cataluña pudiera sentir angustia o reírse a carcajadas. Pero con un poco de esfuerzo se entiende algo. Los catalanistas valencianos hacen sentir mucha angustia a los demás. También se adivina o se percibe la angustia que sienten quienes viven en Cataluña y no son nacionalistas. De Iceta se puede pensar que no le preocupan quienes sienten angustia por motivos reales, sino quienes se inventan una angustia por motivos estrambóticos e insolidarios.
A Mariano Rajoy le gustaría, puesto que los mequetrefes separatistas se han burlado de toda España, que acudiera Pdr Snchz, no en su ayuda, sino en ayuda de la nación, para darles a esos su merecido. Pero que si quieres arroz Catalina. Además del constatado egoísmo de Pdr Snchz, hay que tener en cuenta la memez de Iceta y el peluquín de Puig. Y hablo del peluquín porque es lo más destacado que no tiene. Tampoco hay que tomarse en broma los asuntos capilares. No hay más que ver el interés que ponen en el asunto personajes tan destacados como Ana Sagasti, Bono, Riverita, o el propio Puig, que tampoco es socialista, sino nacionalista.
O sea que para que Pdr Snchz pudiera estar a la altura que requiere el desafío de los mequetrefes primero tendría que hacer una encuesta en su partido, para averiguar quienes de entre sus componentes son nacionalistas y rogarles que se marchen a otro partido. Y en estos casos se sabe que a Iceta le da por bailar. Mediante el baile conjura la angustia (ficticia).

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