Punto de Vista: Jiménez Villarejo se traga la bola

domingo, 31 de julio de 2016

Jiménez Villarejo se traga la bola

Me refiero al artículo suyo que lleva por título ‘El golpe de Estado secesionista’. En él da por buenas algunas cosas más que dudosas, claro que no es el único que incurre en estos errores.

Son tantas las presiones que ejercen los nacionalistas, llevadas a cabo de forma tan vehemente como violenta, que se cuelan muchas cosas, incluso en la Constitución, cuya certeza es altamente improbable. Conviene tener en cuenta que si se hubiera independizado Cataluña en lugar de Portugal, Cataluña ahora sería muy pobre y muchos catalanes serían emigrantes. La lengua catalana en esas condiciones quizá siguiera dividida en muchos dialectos, como ocurrió hasta la llegada de Pompeyo Fabra.

Para redactar la Constitución, los socialistas debieron aliarse con la UCD, para procurar entre ambos conjuntamente lo mejor para España. Pero no fue así. Los socialistas se creían capacitados para repartir credenciales de demócrata, porque no sabían que ser demócrata es una actitud y que el movimiento se demuestra andando. Les negaron esa cualidad a los de la UCD y se la concedieron a los nacionalistas, caprichosamente y en plan torpe, porque nacionalismo y democracia son incompatibles.

De esa alianza de socialistas y nacionalistas proceden todas las ventajas que los segundos tienen sobre los demás y que han aprovechado en grado sumo. Merced a todos esos privilegios y ventajas que se les concedieron han podido obligar, prohibir, desafiar, traicionar, amedrentar, tergiversar, mentir, etc.

No pueden negar los socialistas nada de esto, puesto que el nacionalismo se ha infiltrado en el PSOE y esto es un cáncer, quizá incurable para este partido. Dirán que también se ha infiltrado en Podemos, pero eso no es cierto. Podemos es todo táctica y estrategia. Si ganaran las elecciones establecerían una dictadura más pronto que tarde. Que se el nacionalismo también se ha infiltrado en el PP es cierto. Allí donde haya un bobo puede germinar una bobada.