domingo, 25 de septiembre de 2016

Los que atacan a Amancio Ortega

Quienes critican a Amancio Ortega demuestran con ello que no tienen ninguna intención de trabajar por los ciudadanos.
Buscan el voto de los resentidos, porque suponen que son muchos, pero no porque piensen hacer nada por ellos, sino que buscan su complicidad en el odio, para acceder así a cargos y prebendas. Culpar a alguien de las desventuras de muchos es muy fácil y encuentra un eco masivo.
Pero luego resulta que si cada uno de los que aplauden esos ataques, y los demás también, se fija en los productos que tiene en casa y en las demás cosas de su propiedad y se pregunta por los motivos que le han llevado a hacer esas compras se da cuenta de que ninguna persona es culpable por sí sola de lo que pasa en el mundo, sino que todos somos responsables. Muchas panaderías cerraron y con ello se perdieron gran cantidad de puestos de trabajo cuando la gente empezó a comprar pan más barato, pero de peor calidad, en los supermercados.
Si Amancio Ortega fabricara todas sus prendas en España lo más probable es que los españoles no se las compraran en igual medida que ahora. Esto lo saben los botarates que lo critican, pero no les importa, porque lo que pretenden es otra. Tienen vocación de zánganos y quieren vivir a costa de los demás y sin las estrecheces que sufren aquellos a quienes piden el voto.
En cualquier caso, Amancio Ortega es un señor que ha conseguido triunfar en un entorno francamente difícil, con lo que ha demostrado tener unas condiciones para el mundo de los negocios muy poco frecuente. Yo diría que tiene más mérito que Bill Gates, porque éste prácticamente no tiene competidores mientras que los de Amancio Ortega son multitud. Saber apreciar y aplaudir las virtudes ajenas, que no es lo mismo que hacer la pelota, es una gran virtud.


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