lunes, 7 de enero de 2019

De Cayetanas y meonas

Una selección de artículos de otros, según quien la haga, puede ser muy interesante. Me fío del criterio de Ignacio Ruiz Quintano, entre otras cosas porque entre los elegidos no es probable que me encuentre con uno de Almudena Grandes, la que mezcló monjas y milicianos sudorosos. Almudena es Grandes, Marlasca solo Grande y el conde de Godó también es Grande. Lo grande empieza a dar repelús.
En la sección ‘Al fondo de la red’ encontré el de Rosa Belmonte titulado ‘No es una Kardashian’, en el que habla de otros artículos de otros autores. Los he localizado todos y al leerlos, ignoro por qué asociación de ideas, me ha venido a la mente el concepto ‘seriedad asnal’. Hay gente muy seria que tendrá razón en lo que dice pero dicho de ese modo más que convencer impone.
Lo de las meonas es otra cosa. Y también hay meones. Todo el mundo lo es. La cuestión es dónde. No creo que Colau, esa alcaldesa que quiere cargarse la civilización -y a pesar de eso va primera en las encuestas- permita que lo hagan en su despacho. Y entonces, ¿por qué sí en la calle?
Cayetana estuvo en el PP. Ignacio Camacho, en un artículo publicado el 15 de octubre de 2015, que lleva el título de ‘Autoconspiración’, escribió lo siguiente: «Cayetana ya sabía que la iban a echar y ha preferido adelantarse cinco minutos». Las cosas de la vida, de un sitio la iban a echar y en el otro ya contaban con ella desde hacía mucho.
Al pinchar en ‘Al fondo de la red’ para ver el por qué de este nombre, que en principio podría ser un gol, pero también una red de pesca, porque el blog lleva la palabra salmonetes en su nombre, se averigua que se refiere a la internet, y enseguida se sabe que las en biografías de los vivos que hay en la wikipedia suelen imponerse los enemigos, las de los muertos son más estables.

No hay comentarios: