miércoles, 23 de enero de 2019

Marlasca, otro bluf

Una persona a la que aprecio y cuyo criterio tengo en consideración me informó de que Marlasca es mejor que Zoido. Eso es fácil, Zoido no debió haber sido nombrado ministro, pero antes Marlasca ya había dado muestra de que es un bluf.
Se me dijo que Zoido habría acercado a los presos etarras al País Vasco y que Marlasca no lo iba a hacer, sino que los dejaría en zonas limítrofes. El caso es que ya había acercado, o metido dentro de Cataluña, a los presuntos golpistas, y se lo están pasando en grande, por lo que cuentan los medios. Y ahora, por fin, sabemos que van a acercar a los etarras. Era previsible que ocurriera. Se sabía que el PNV lo iba a exigir y que al cantamañanas que ocupa la Moncloa no le importaría concedérselo. Y que recibida la orden, Marlasca, con tal de seguir siendo ministro, la iba a cumplir de inmediato.
Nadie que tenga vergüenza aceptaría formar parte de un gobierno apoyado por Podemos, Bildu, golpistas y demás ralea. El hecho de en estas circunstancias el PSOE vaya por delante en la encuestas resulta descorazonador, porque revela el bajo nivel ético de la media del país. Invitaría al optimismo, en cambio, que un porcentaje elevado de la población pensara en abstenerse de votar, o hacerlo en blanco. Esto sí que sería una protesta en regla de los modos de hacer política. Se alarman por la irrupción de Vox los mismos que se habían acostumbrado a Iglesias, Colau, Rufián, Errejón, Carmena, Kichi, Monedero, etcétera. Peores que los citados no los hay, ni los puede haber. Iguales, es posible. Si esos hubieran tenido el poder que tuvo Stalin el negocio de las guillotinas habría sido el más rentable de todos.
Y todos esos, unos más y otros menos, son los que posibilitan, apoyando a su gobierno, que Marlasca sea ministro.

No hay comentarios: