miércoles, 2 de enero de 2019

Ibarra desbarra

En un artículo publicado al diario El Mundo Juan Carlos Rodríguez Ibarra no llama idiota a Idoia Mendía, pero la critica duramente por haber cenado con Otegui, a quien califica como ex etarra.
¿Por qué ex? ETA sigue existiendo, aunque ya no perpetre atentados y Otegui nunca ha renegado de la banda, ni mucho menos.
Lo adecuado habría sido que se hubiera dado de baja del partido, al igual que ha hecho Fernando Múgica, en lugar de escribir un rollo echándole todas las culpas a Mendía, que a lo mejor lo que hizo fue cumplir órdenes, porque de lo que se trata es de resistir en los cargos todo lo que se pueda, que viene Vox apretando y luego la vida será más difícil.
Ibarra sabe perfectamente, porque no se chupa el dedo, que el PSOE gobierna gracias al apoyo del partido del etarra Otegui. En términos morales, y a la vista de las alianzas que lo permiten, cabe decir que el PSOE «detenta» el poder. De hecho, se le conoce como el gobierno ocupa y abona esta percepción el elevado tren de vida que se gasta la parejita presidencial. Tan elevado como permite el falcon. Todo eso lo sabe Ibarra y no le da vergüenza y no se sale del partido. Ahora querrá quedar bien con alguna víctima del terrorismo con la que mantenga amistad, quizá Maite Pagazaurtundúa, pero su actitud es claramente hipócrita. Para eso más le valdría haberse quedado callado.
Los socios de Sánchez insultan un día sí y otro también a las víctimas del terrorismo y a todos los demócratas. ERC, otro de los partidos del pacto de la vergüenza, acogió en sus filas a terroristas de Terra Lliure. Los líderes de Podemos no esconden su admiración y su solidaridad hacia el etarra Otegui. Las hemerotecas están llenas de manifestaciones en este sentido. Para formar parte del PSOE hay que tener el estómago de estraza.

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