jueves, 10 de enero de 2019

El Elíseo se entromete en España

Los partidos de extrema izquierda etiquetaron a Vox como de extrema derecha y automáticamente, sin molestarse en hacer ninguna investigación, el gobierno francés, con Macron a la cabeza, e incluso Manuel Valls, asimilaron a este partido al de Marine Le Pen.
No son partidos homologables, pero a muchos les conviene esa identificación. Conviene tener en cuenta que en el Parlamento español hay partidos mucho más peligrosos para la democracia que Vox.
De entre las propuestas de este partido de la derecha hay algunas que no se deben aceptar, pero otras, en cambio, son muy convenientes. Y está por ver que Bildu o Podemos, por citar dos de los partidos poco o nada recomendables, de extrema izquierda y aún peor, presenten una sola propuesta, una, que merezca ser estudiada. Y ahí están, apoyando al gobierno sin que nadie se eche las manos a la cabeza.
¿Por qué no va a ser aceptable cerrar todas las televisiones regionales? En todas se derrocha, en algunas de modo escandaloso. No hay ninguna posibilidad de que consigan autofinanciarse. Solo sirven para hacer propaganda de los distintos gobiernos regionales. Ese dinero que se tira al hoyo debería usarse para reactivar la economía y aliviar las cargas de los trabajadores.
No me parecería acertado que se suprimieran las Autonomías, pero sí que se regule su funcionamiento, de modo que no puedan usarse para imponer a los ciudadanos medidas perfectamente prescindibles, que de ninguna manera pueden servir para mejorar sus modos de vida. Se puede comprender que se obligue a los niños a ir al colegio, a los vehículos a respetar el código de la circulación, o llevar a los perros con correa y bozal, porque todas esas medidas van en beneficio de los ciudadanos. Pero algunas Autonomías establecen unas imposiciones que no benefician a los ciudadanos y además coartan o restringen su libertad. Por supuesto que las competencias de Sanidad, Educación y Policía no deberían haberse transferido jamás.

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