lunes, 19 de noviembre de 2007

Posibilidades de De la Vega en Valencia

Ha dicho Zapatero, con la gravedad imaginable, que las próximas elecciones son todavía más importantes que las anteriores. La separación entre nosotros y ellos que estableció Arzallus se propaga a todos los sectores y cada vez es más remarcable en todos y cada uno de ellos. Para nosotros, los ciudadanos, todas las elecciones son igual de importantes. Para ellos, los políticos, las elecciones más importantes son las próximas. Por otra parte, en el PSPV y sectores próximos, se las prometen muy felices con De la Vega. Conviene recordar que también pensaban lo mismo en las anteriores elecciones con J.I. Pla y ahora lo tratan a patadas. De la Vega nació en Xativa, pero su olvido y desvinculación con Valencia eran palpables hasta hace poco. Ahora viene mucho y quizá acabe por enterarse de los asuntos valencianos. Carmen Alborch sí que tenía mucho conocimiento de la ciudad, hizo además una campaña muy imaginativa y también laboriosa, y tampoco consiguió ni la mitad de lo que esperaba. El quid de la cuestión probablemente será algo en lo que no pueden o no quieren entrar. Lo cierto es que la Comunidad Valenciana precisa de ambos partidos, uno que gobierne y otro que sirva de contrapeso. Ahora hay uno que actúa con total libertad de movimientos y eso no es bueno. Los políticos tendrán que tomarse en serio a Valencia alguna vez. El PSOE no lo hace, puesto que pretende imponer cosas que la ciudadanía no quiere, como es el caso del catalán, y deroga el PHN por decreto y luego nos quiere convencer, también por decreto de que es lo mejor; y el PP tampoco respeta a los valencianos, puesto que también nos viene imponiendo el catalán, aunque lo disimula con trucos propios de meapilas. Y que no vengan ahora éstos protestando puesto que el propio Papa de Roma, que por la puerta asoma, que utilizó el valenciano en Valencia, lo eliminó en la ceremonia de beatificación de los sacerdotes españoles, al leer la “Oratio fidelium” en castellano, en catalán, en gallego y en euskera. La hipocresía rinde buenos dividendos. Ojalá De la Vega, que de pronto ha recordado que es valenciana optara por preguntar a los ciudadanos, en lugar de querer hacerse la simpática. Tratar de servir a los ciudadanos es una tarea noble.

1 comentario:

Unknown dijo...

De la Vega se hace la simpatica?