Esta señora, por si alguien no lo sabe, es la esposa de Jesús Eguiguren, y ha dado motivos para que Ángeles Pedraza, la presidenta de AVT, publique una carta en El Correo, titulada A Rafaela Romero.
Para los que quieren quitar importancia a lo que dicen las víctimas, a lo que piensan las víctimas, a lo que hacen las víctimas, conviene recordar que han perdido familiares, han perdido brazos, piernas y salud, han estado secuestradas, y que tuvieron que constituirse en asociación debido al desamparo en que se encontraban. Para vergüenza del papa y de los creyentes vascos, no fueron Setién ni Uriarte quienes les aconsejaron que lo hicieran; tampoco fueron Arzallus o Ibarretxe, para vergüenza de sus votantes. Las víctimas del terrorismo, lógicamente, no están conformes con los trapicheos de los políticos. Las víctimas, y con ellas todos los que las apoyamos, quieren que los criminales estén en la cárcel.
Fácil es de entender, pues, que ser amigo de Otegi es ofender a las víctimas. Otegi está en la cárcel por sus relaciones con ETA. Y resulta que su abogado defensor ha citado a Eguiguren como testigo. Un abogado defensor no cita a quien pueda dejar malparado a su cliente. El abogado sabe que luego también le va a interrogar el fiscal, y después de considerar los riesgos decide citarlo. Lo de menos es que, como aducen sus defensores, esté amenazado por ETA. Lo hiriente es que es amigo de Otegi, cosa que a las víctimas les sienta, lógicamente, muy mal. A partir de esa evidencia, todo lo que ha venido haciendo la esposa de Eguiguren para desviar la atención, o para culpabilizar a las víctimas, como si no tuvieran derecho a sentirse ofendidas, está muy mal. La carta de Ángeles Pedraza, tan comedida, tan justa en sus expresiones, pone las cosas en su sitio.
'Tres ataúdes blancos'
'Elemental, queridos humanos'
'Los más duros de la historia'
'Felipe V'
'Tauroética'
'Fábulas contadas a los niños'
'Espejismos'
'Hablar sin palabras'
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