Le piden a Grecia que recorte 325 millones más y el gobierno griego propone deducir esa partida de los gastos de Defensa, a lo que se niegan los gobiernos alemán y francés.
Parece lógica, en un principio, esta postura, puesto que la defensa de la Unión Europea es cosa de todos y lo que no aporten unos tendrá que correr a cargo de otros. No obstante, si se acerca un poco la lupa, surgen otras cuestiones, como la de que esos dos países son los principales proveedores armamentísticos de Grecia.
Pero antes de llegar a este punto, conviene hacer otras consideraciones. Antes de permitir la entrada de Grecia en la Unión Europea debió examinarse a fondo cual era su estado y qué posibilidades tenía de cumplir con los requisitos que se le iban a exigir en lo sucesivo. Los gobiernos alemán y francés se fijaron principalmente en que con la entrada de Grecia sus países iban a tener cuantos millones más de potenciales clientes. Una vez que Grecia estuvo dentro de la Unión, en lugar de vigilar que cumpliera con lo acordado, no quisieron enterarse de lo que ocurría en este punto, puesto que cumplía su papel como cliente.
Del catastrófico estado en que se encuentra Grecia tienen la culpa principalmente los griegos. Pero ellos por sí solos no pueden sacar a su país del atolladero. Pero tendría nefastas consecuencias para la Unión Europa que Grecia se saliera ahora. También la Unión Europea tiene parte de culpa, por haber permitido que entrara, y por no controlar la situación una vez que estaba dentro.
Si Merkel y Sarkozy quieren liderar a Europa deberían pensar en Europa, y no sólo en Alemania y Francia, como vienen haciendo. Cuando piensan en Europa es, únicamente, porque a sus países no les conviene la desintegración de la Unión Europea.
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