lunes, 2 de septiembre de 2013

El denostado bipartidismo

Quizá el bipartidismo no sea tan malo, sino que lo que ocurre es que en España funciona mal. Los motivos, más que en el propio bipartidismo, habría que buscarlos en el sistema de funcionamiento. Sin perder de vista que es impropio hablar de bipartidismo en España, puesto que ambos partidos han tenido que soportar la mayor parte de las veces el chantaje de los nacionalistas.
En los partidos políticos españoles hay una disciplina interna que probablemente supera a la de los cuarteles, porque todos han comprendido, sin necesidad de que se lo diga ningún gracioso, que el que se mueva no sale en la foto. Esta es una de las causas por las que no funciona el bipartidismo. Dentro de los partidos no puede haber más creatividad que la que emana de la cadena de mando y quienes la componen dedican la mayor parte de sus energías a mantener su lugar en ella.
Otro motivo por el que no funciona es que los dos partidos mayoritarios han llegado ya a la situación de colapso. Hace tiempo que no dan más de sí y no cabe esperar milagros de ellos. Todos sus centros de decisión están ocupados por mediocridades a las que ni la bomba atómica lograr despegar de sus sitios. Los dos partidos mayoritarios son dos problemas gordos que tiene España. Y, sin embargo, no hay modo de que otro partido logre desbancarlos, puesto que el sistema está hecho para que el sistema sea imposible.
Estaría bien el bipartidismo si todos los partidos compitieran en igualdad de condiciones y hubiera dos que se hubieran impuesto de forma natural.
Pero es que además, los partidos nacionalistas compiten con ventaja sobre todos, incluso sobre los dos grandes. Y partidos que odian a España participan en las elecciones españolas y hasta forman parte del gobierno.
Es obvio que hay que cambiar muchas cosas, pero a la mayoría de los políticos no les interesa.

No hay comentarios: