miércoles, 4 de noviembre de 2015

Las 'amenazas' de Rajoy

Los nacionalistas se pasan la vida invocando el diálogo, la democracia, el respeto y cosas similares, pero lo hacen de un modo tan agresivo que obligan al personal a aceptar previamente sus premisas.
Resulta que todas son falsas, comenzando por la democracia. Un nacionalista no puede ser demócrata, puesto que no acepta la disidencia. Su propósito consiste en imponer su creencia a todos.
No puede haber diálogo si se parte de una base determinada previamente, y menos todavía si la premisa de la que se parte es falsa.
Tampoco puede haber respeto cuando el objetivo del nacionalismo es romper el orden constitucional.
Sin embargo, hasta los medios menos complacientes con los nacionalistas caen en sus trampas y si Rajoy dice que va a actuar de acuerdo con la ley sale en los titulares que 'amenaza' a Cataluña. Si dice que no le va a dar más dinero del que le corresponde, eso es una 'amenaza'. Hasta alguien tan insolvente moralmente como Colau habla de amenazas. Ella sí que es una amenaza para la salud mental de los barceloneses y al mismo tiempo la prueba de que quienes la han votado no están en sus cabales.
Rajoy no tiene el temple de Suárez, que se enfrentó a los generales, a la oligarquía, a los obispos y a todos los que se oponían a que la Transición de la dictadura a la democracia se hiciera de modo total, y lo tuvo que hacer en solitario. Pero a Rajoy le ha caído encima todo lo que se ha ido fraguando durante los mandatos de los anteriores presidentes y puede decirse que tampoco encuentra apoyo en los demás, que parecen buitres esperando verlo caer.
Los nacionalistas son maestros en el arte de aprovechar todas debilidades del sistema, propiciadas por políticos oportunistas y aprovechados. Políticos de segunda fila, en suma.
'Versus'
'Volver a Canfranc'
'Condesa Natasha Brasova'
'La invención del reino vegetal'
'La eficacia de la creatividad'
'Yrha y Luna, caminos cruzados'
'Operación cochinillo'
'Madeline'

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