Me entera Baltasar Bueno, con su columna de Valéncia hui, de que la RACV lleva dos años sin cobrar las subvenciones prometidas por la Generalidad y la Diputación de Valencia. Luego, Camps y sus subordinados, presumen de valencianos y nos alertan del catalanismo de sus rivales políticos. Pueden probar a estar dos años sin pagar a su queridísima AVL y verán lo que ocurre. Por cierto que algún personaje valenciano, demostrando muy escasas convicciones democráticas, ha decidido reírse del acento que lleva la cabecera de Valéncia hui. Olvidan con mucha facilidad algunos que sin sus usuarios los idiomas no pueden sobrevivir, por tanto los usuarios son sus dueños y ellos quienes han de decidir la dirección que han de tomar éstos. A mí también me dan risa esos cuyo único argumento consiste en menospreciar a quienes no comulgan con ruedas de molino.
Podrían los "valencianos" Camps y Font de Mora, con la aquiescencia de Pla, no es necesario preguntar a Gloria Marcos o Eliseu Climent (gozoso estos días porque ha recibido la visita de J. Pujol), hacer una encuesta entre la población valenciana, o mejor un refrendo popular, dando a elegir a la ciudadanía entre la RACV y la AVL, para dilucidar cuál es la más querida de las dos. No lo harán, porque saldría elegida la primera y ello obligaría moralmente a dimitir a todos los que han participado en la creación y mantenimiento de la catalanista y fenicia AVL y a disolver ésta. Si en algún momento piensan que va a ganar ésta, harán la encuesta de inmediato.
1 comentario:
Aquí la jeta de unos y otros crujiría y correría riesgo de cuartearse sí tuviesen lo que hay que tener, y diesen aquellos datos estadísticos y padrón, que nadie jamás cita, de que la población nativa (no inmigrante) castellanoparlante es muy superior a la valencianoparlante en la Comunidad Valenciana. Así que menos academias y más realidad.
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