jueves, 14 de diciembre de 2006

Augusto Pinochet Molina

A los militares cabe exigírseles, en mayor medida que a otros grupos humanos, que conozcan el alcance de sus actos y las consecuencas que se pueden derivar de los mismos. El nieto de Pinochet podría haber renunciado a su condición de militar y como civil haber expresado su parecer. Eso no significa que su discurso sea correcto, pero al menos hubiera sido entendible y disculpable que defendiera a su abuelo. Hacerlo como militar y en el momento señalado constituye una traición al ejército y a su país. Y una demostración de su falta de temperamento militar. No ser capaz de contener su propio impulso es una clara muestra de inmadurez. Asusta pensar que estas personas tengan otras a su mando en acción de guerra.
Lo mismo podríamos decir de los militares españoles que participaron en el golpe del 23 F. Demostraron que no eran capaces de calcular ni de predecir adónde les iba a llevar su osadía. Aparte de demostrar su poco respeto hacia las leyes y hacia los ciudadanos que les pagan sus sueldos. Enviados a alguna acción militar, sus posibilidades de fracaso eran muy grandes. Qué lejano parece el día en que no sean necesarios los ejércitos.

1 comentario:

Marta Salazar dijo...

Queridísimo Vicente, el discurso del capitán Pinochet Molina está aquí:

http://alemaniasociedad.blogspot.com/2006/12/el-discurso-del-nieto-de-pinochet.html

me parece que noy hay absolutamente relación entre un caso y otro.

Lo que el chico este dijo es, por lo demás, muy similar a lo que dijo en Cdte. en Jefe, Gral. Izurieta, que fue él mismo que decidió dar de baja al nieto.

Lo que me hace pensar que se ha aplicado un doble standar, por nerviosismo o por lo que sea. Por servilismo político, tal vez. Servilismo frente al gobierno de turno.

Pero quiero reiterar este punto: no hay ninguna relación alguna entre el caso de Chile y el caso de Espana.

Un abrazo y gracias!