sábado, 11 de enero de 2025

Viví en tiempos de Franco

 

Aparte de eso, he leído libros de historia y novelas que tienen que ver con ese tiempo. Es decir, que ningún idiota, por muy presidente del gobierno que sea, me va a explicar dónde está Catarroja y dónde Masarrochos. La noticia es esa: los idiotas pueden llegar a la presidencia del gobierno y mandar a España a tomar por saco, porque los ciudadanos, se va viendo, no tienen modo de defenderse de los sinvergüenzas. Habrá que cambiar eso, si se da la ocasión.

Que un necio que no sabe dónde tiene la mano izquierda y dónde la derecha me quiera explicar que hay peligro de que surja otro Franco solo lo puedo tomar como una ofensa de calibre mayúsculo. Que encima lo haga utilizando dinero de los presupuestos me parece un abuso intolerable. Y por el camino vamos viendo que los golfos que no tienen vergüenza ni la conocen encuentran un campo abonado en esta Constitución que parecía perfecta, y lo es: para ellos.

Hay un sujeto, más joven que yo, que está dispuesto a explicar quién fue Franco en Linkedin. No lo puede hacer, puesto que es un sectario. Puede explicar la parte de Franco, que conozco perfectamente. Pero de lo que no puede dar noticia, a causa de su sectarismo es de los motivos que propiciaron su triunfo y que lo tuviéramos que soportar durante cuarenta años. La asignatura pendiente de la izquierda consiste en reconocer su parte de culpa, que no es pequeña, en la guerra civil española, y a partir de este hecho, si se diera, el entendimiento sería fácil, pero no hay visos de que vaya a suceder. Si es el caso, en cambio, de que un cantamañanas, tan necio como idiota, quiera hacernos creer que la multiplicación de los panes y los peces es fácil y que los caudillos de España andan emboscados en la derecha, mientras que en la izquierda todo es paz y amor.

Esos libros míos

No hay comentarios: