No solo asisten sumisos y callados a todas las barbaridades que hace el gobierno, que, en realidad, es una mafia que se está cargando la democracia, sino que algunos de ellos han participado activamente en el asalto del mafioso mayor, que es el Felón, a Telefónica. Y los demás no porque no se ha dado el caso.
El asalto perjudica claramente a los españoles. La finalidad con que se ha hecho es espuria, y los modos y las maneras todavía más. Los empresarios que estuvieron en la operación, o que tuvieron noticia de ella, estaban moralmente obligados a avisar al PP, por la sencilla razón de que es el partido más votado y el asunto atañe a España. Al no hacerlo, traicionaron a los españoles. Una vez más. Porque en ningún momento han cumplido con su obligación de levantar la voz cada vez que el Ejecutivo ha tomado medidas en perjuicio de los españoles.
Mención aparte merece el Fainé, tan atildado siempre que parece un ser irreprochable, ¡ja! Y eso que fue el PP el que salvó a su banco de la quiebra mediante el regalo del Banco de Valencia. Ese es su modo de agradecer los favores.
El PP, una vez más, ha hecho el ridículo. No lo respeta nadie. Consideran los traidores que no le queda más remedio que aceptar los hechos consumados, y a otra cosa, mariposa.
El PP debería tener contactos frecuentes con directivos de todas las empresas del IBEX 35, para hacerles ver que existe y que va tomando nota de sus actividades. No todo en el PP ha de ser Pons, Gamarra, Bendodo, Sémper, etcétera. También debe de tener gente seria y con conocimientos, capaz de entenderse con los financieros y hacerse respetar por ellos. Por otro lado, los empresarios españoles siempre respetan al poder. Pero si no se percatan de que está ahí, porque no lo notan...
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