El gobierno ha decidido intervenir la Agrupació Mútua, que también estuvo presidida por Félix Millet. Por su parte, Agustí Colomines, director de la Fundació Ramon Trias Fargas ha amenazado con tirar de la manta, con lo que avisa que la política catalana quedaría al mismo nivel que la italiana. Es terrible la confusión. Si la política catalana está al mismo nivel que la italiana no será porque alguien tire de la manta; en todo caso, este último acto ayudaría a que las cosas no fueran así.
No es necesario tampoco aludir a la política italiana. Todo apunta a que la política española, incluida la catalana, está a un nivel inferior al del citado país. La cuestión es que la clase política ha dado en pensar que con un “chivo espiatorio” es suficiente y, por supuesto, no dimite nadie. El caso Millet debería haber provocado una decena, al menos, de dimisiones. Todos los controles que debió tener fallaron. No dimiten, nadie exige su dimisión, todos esperan que el asunto se olvide y no parece que a los políticos les pese mucho que los contribuyentes corran con los gastos.
Hay un personaje en Cataluña, llamado Rafael Barco Carreras, que viene explicando la gran corrupción. No consta que se le haga caso, ni que se investigue lo que denuncia. Tampoco se le ordena que cierre su sitio. Esto es, no queda más remedio que decirlo así, una curiosa manera de entender la democracia. Por otro lado, los hechos vienen demostrando que la corrupción existe. Ignoro si la que está saliendo a la luz tiene algo que ver con la que denuncia el citado caballero, pero me parece a mí que si se hubiera investigado lo que dice, alguno de sus hilos, hubiera conducido hasta ella y, lógicamente, mucho antes.
No es necesario tampoco aludir a la política italiana. Todo apunta a que la política española, incluida la catalana, está a un nivel inferior al del citado país. La cuestión es que la clase política ha dado en pensar que con un “chivo espiatorio” es suficiente y, por supuesto, no dimite nadie. El caso Millet debería haber provocado una decena, al menos, de dimisiones. Todos los controles que debió tener fallaron. No dimiten, nadie exige su dimisión, todos esperan que el asunto se olvide y no parece que a los políticos les pese mucho que los contribuyentes corran con los gastos.
Hay un personaje en Cataluña, llamado Rafael Barco Carreras, que viene explicando la gran corrupción. No consta que se le haga caso, ni que se investigue lo que denuncia. Tampoco se le ordena que cierre su sitio. Esto es, no queda más remedio que decirlo así, una curiosa manera de entender la democracia. Por otro lado, los hechos vienen demostrando que la corrupción existe. Ignoro si la que está saliendo a la luz tiene algo que ver con la que denuncia el citado caballero, pero me parece a mí que si se hubiera investigado lo que dice, alguno de sus hilos, hubiera conducido hasta ella y, lógicamente, mucho antes.
2 comentarios:
Todo tipo de conductas inadecuadas que ocasionan un gran daño al sistema democratico como la corrupcion debe erradidicarse por ser antiéticos y nada morales. Acabar con la corrupción debe ser un compromiso en el cual deben involucrarse el aparato político y al mismo tiempo, los ciudadanos. Esto es una lacra que todos rechazamos.
"Amenaza" con tirar de la manta... señal de que tiene poco de honrado, puesto que demuestra conocer lo que ocurría y ahora tampoco lo dice, sólo "avisa".
Parece increíble, pero no se dan cuenta de que quedan en evidencia.
Supongo que deben pensar que a Rafael Barco Carreras nadie le hace caso, por lo que no es un peligro.
Estas cosas ocurren a cualquier nivel, desde lo más alto de los gobiernos, instituciones, fundaciones, asociaciones, ¡y blogs!
Quien maneja dinero maneja poder y con él hace y deshace a su antojo. Luego, cuando los pillan, intentan hacerse con un chivo espiatorio y a seguir, que la gente es tonta y se lo traga todo.
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