Ricardo Costa, destituido

Dada su negativa a dimitir, Ricardo Costa ha debido ser destituido, pero sólo de forma temporal. Teóricamente, los políticos se sacrifican por los ciudadanos. En la práctica, los políticos consideran los cargos como de su propiedad y los defienden con uñas y dientes, aunque con ello perjudiquen al partido y a la sociedad. El hecho de que Ricardo Costa se niegue a dimitir, en este caso, pone de relieve, por otra parte, que no se considera el único culpable.
Si el caso Gürtel ha llegado tan lejos es por la defensa numantina de sus cargos que han hecho la mayor parte de los interesados. Si me dijeran que Rubalcaba no puede dormir por las noches porque la da la risa al pensar en el caso, me lo creería. Y queda suficiente tela para llegar a las próximas elecciones.
Quien debería dimitir de inmediato es Rajoy. Teniendo en cuenta el catastrófico gobierno de Zapatero, debería ir veinte puntos por delante en las encuestas, cosa que está muy lejos de ocurrir. Es posible además que baste un leve indicio de que la crisis se ha terminado para que pase a estar veinte puntos por debajo. Por otro lado, su modo de gestionar el caso Gürtel viene a demostrar que le falta decisión para afrontar los graves problemas a los que se puede ver sometido un presidente del gobierno. No ha sabido prever lo que se le podía venir encima y, por tanto, no se ha adelantado a los acontecimientos, sino que ha ido siempre a remolque.
No manda en el partido, su cargo siempre depende de delicados equilibrios. Acaso piensa que todo consiste en llegar al poder y que cuando ocurra las cosas serán más fáciles. Pero no, si no sabe imponerse en el partido ni evitar que el Gürtel lo envenene todo, más vale que no lo intente.

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