Francisco Camps ha pedido disculpas por las desafortunadas palabras que pronunció en la sesión de control en las Cortes valencianas. Pero a renglón seguido lo ha estropeado al añadir que los socialistas deberían seguir su ejemplo y disculparse por la gran cantidad de insultos y de infamias que han vertido sobre él.
Lo caballeroso es pedir disculpas y nada más. Cada uno es responsable de sus actos y de sus palabras y no de las ajenas. No le incumbe a quien está obligado a pedir disculpas si los demás también cumplen con su obligación. Por otro lado, la frase de Camps ("A usted le encantaría coger una camioneta, venirse de madrugada a mi casa y por la mañana aparecer yo boca abajo en una cuneta"), es impropia de un presidente de la Generalidad. No admite que se justifique en el calor del debate, ni en las supuestas ofensas que ha recibido de los rivales.
Por otro lado, algún derecho tienen los rivales a hablar del caso Gürtel, que ha servido, entre otras cosas, para que todo el mundo sepa que Francisco Camps frecuenta amistades peligrosas. Y ese derecho sería obligación si no fuera porque en el tal caso concurren tantas irregularidades, empezando por las filtraciones a la prensa, sobre las que callan sospechosamente los socialistas, que deberían motivar a los ciudadanos a dar masivamente la espalda a la clase política. Quizá los socialistas valencianos sean más machacones e insidiosos que hábiles a la hora de formular las preguntas; acaso obvien cosas que deberían tener en cuenta; pero todo eso debería agradecerlo Camps, puesto que le facilita las respuestas. Sin embargo, ya se ve que no le gusta que le lleven la contraria. Tampoco le supo responder al juez Flors cuando le preguntó algo que le molestaba. Le dijo: “todos los valencianos me deben mucho”. Y eso que tiene fama de leer a Baltasar Gracián.
Lo caballeroso es pedir disculpas y nada más. Cada uno es responsable de sus actos y de sus palabras y no de las ajenas. No le incumbe a quien está obligado a pedir disculpas si los demás también cumplen con su obligación. Por otro lado, la frase de Camps ("A usted le encantaría coger una camioneta, venirse de madrugada a mi casa y por la mañana aparecer yo boca abajo en una cuneta"), es impropia de un presidente de la Generalidad. No admite que se justifique en el calor del debate, ni en las supuestas ofensas que ha recibido de los rivales.
Por otro lado, algún derecho tienen los rivales a hablar del caso Gürtel, que ha servido, entre otras cosas, para que todo el mundo sepa que Francisco Camps frecuenta amistades peligrosas. Y ese derecho sería obligación si no fuera porque en el tal caso concurren tantas irregularidades, empezando por las filtraciones a la prensa, sobre las que callan sospechosamente los socialistas, que deberían motivar a los ciudadanos a dar masivamente la espalda a la clase política. Quizá los socialistas valencianos sean más machacones e insidiosos que hábiles a la hora de formular las preguntas; acaso obvien cosas que deberían tener en cuenta; pero todo eso debería agradecerlo Camps, puesto que le facilita las respuestas. Sin embargo, ya se ve que no le gusta que le lleven la contraria. Tampoco le supo responder al juez Flors cuando le preguntó algo que le molestaba. Le dijo: “todos los valencianos me deben mucho”. Y eso que tiene fama de leer a Baltasar Gracián.
1 comentario:
Puf... el tema de los insultos tiene tela. Vuelan como piedras lanzadas, cruzándose en el aire. Todos insultan y todos se quejan de ser insultados. Incluso argumentan que lo hacen por haber sido insultados previamente.
Hasta no hace mucho, creí que esos señores trajeados y encorbatados que ocupan históricos escaños eran eso: señores. Resulta que no, que son iguales a los camioneros y descargadores de muelle. Por muy trajes de 3.000 € y cinturones de Armani de 500 € que usen.
La frase de Camps afirmando que los valencianos le deben mucho, es de traca. No tiene abuela, ¿eh?...
Seria estupendo que todos votásemos en blanco, pero entre los sectarios, los pucherazos y el miedo a que el "otro" tenga mayoría absoluta, esto es una utopia.
Publicar un comentario