martes, 7 de septiembre de 2010

Anécdota de Emilio Botín

Cuenta El Confidencial Digital que durante un paseo por el magnífico campo de golf de la ciudad financiera del Banco Santander en Boadilla del Monte, Emilio Botín vio una liebre muerta flotando en uno de los lagos. Preguntó a uno de los jardineros del campo y supo que como los márgenes están cortados en vertical las libres pueden entrar, para escapar de un perseguidor, pero ya no pueden salir.
Ya en el banco, Botín convocó a los más altos ejecutivos. Entre todos discurrieron que la mejor solución consiste en construir terraplenes en los lagos. La conclusión que han sacado los directivos que participaron en la reunión es que Botín les quiso mandar el mensaje de que controla hasta el más pequeño detalle y les insta a ellos a hacer lo mismo.
Igual que llegaron a esta conclusión, podrían haber llegado a otras cien, todas ellas gratas a los oídos de Botín. ¿Qué cien? ¡Hasta un millón si él lo hubiera exigido! Lo que no hubieran podido decir es: ¿Y para esta tontería nos convoca, es que no tiene ningún respeto por nosotros? ¿Qué habrá pensado el jardinero cuando sepa que ha sido necesaria una reunión de altos cargos del Santander para discurrir la solución que él había tardado un minuto en encontrar? ¿Qué concepto tiene Botín de los jardineros, cree que no son capaces de encontrar soluciones lógicas a problemas fáciles o difíciles?
Lo que queda claro con esta anécdota es que en España a los subordinados no se les dan más opciones que las de aplaudir y corroborar. Luego se quejan de que la productividad es baja y para que aumente no se les ocurre otra cosa que exprimir más a los trabajadores, como si fueran limones. Cuanto más torpes son los altos cargos más exprimen a sus subordinados.
'El Cid contado a los niños'
'Ninfas'
'El día del juicio'
'El Palestino'
'Poesía reunida'
'Ese modo que colma'
'La vida y poesía de Miguel Hernández contada a los niños'

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