lunes, 13 de septiembre de 2010

Interpretar a Fidel

Entre ricos y pobres hay una clara línea divisoria. Si un pobre dice: “Voy a tomar una cerveza”, la cosa no admite discusión: va a tomar una cerveza; y si lo niega se le recuerdan sus palabras. Ahora bien, si es un rico el que dice que va a tomar una cerveza, la cuestión admite muchos matices e interpretaciones. ¿Será una metáfora lo de la cerveza? ¿Por qué nos habrá dicho aquí y ahora que va a tomar una cerveza? ¿Nos habrá querido mandar un mensaje? ¿Llevará segunda intención? Etc.
Fidel Castro dijo: “El modelo cubano ya no nos sirve ni a nosotros”, y luego reconoció que esas habían sido sus palabras, lo que ocurre es que había que interpretarlas, él no es un pobre, ¿cómo se le ocurre a la gente tomar lo que dice al pie de la letra? A él hay que adivinarle la intención y enmarcarla en el contexto que corresponde, como suelen hacer sus servidores y como hacen los servidores de todos los ricos del mundo.
De todos modos, hay que tener en cuenta también que Fidel Castro es algo fantasma, porque habla de modelo cubano, como si en Cuba no pudiera haber más modelos que el suyo. De hecho, el modelo de los cubanos de Miami también puede llamarse modelo cubano, y ese sí que funciona bien. El modelo que impera en Cuba debe llamarse modelo castrista y si para la mayoría no sirve, para algunos es fatal. A Orlando Zapata lo ha llevado a la muerte. Y a algunos más. Y lo peor es que el inoperante modelo castrista puede ser imitado en otros lugares. Algunos infames personajes se lo han propuesto.
Pero las palabras de Fidel Castro debieron ser interpretadas, y no tomadas al pie de la letra, ofendiéndolo al compararlo con un pobre, sino también por otra cuestión muy evidente: A Fidel Castro nunca le ha importado el sufrimiento ajeno. ¿Cómo que el castrismo ya no sirve? Él vive muy bien.
'El Cid contado a los niños'
'Ninfas'
'El día del juicio'
'El Palestino'
'Poesía reunida'
'Ese modo que colma'
'La vida y poesía de Miguel Hernández contada a los niños'

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