Para los niños, los Reyes Magos constituyen una necesidad vital. Los niños viven sometidos al arbitrio de los adultos, que muy a menudo les constriñen, coartando su naturaleza libre e indómita, les imponen normas que no comprenden, y les marcan objetivos cuya finalidad se les escapa -quizá porque tampoco se las explican-. Los niños tienen unos méritos o llevan a cabo proezas que a lo mejor no capta nadie, ni se las aplaude.
Los niños, inmersos en el mundo cruel de los mayores, se sentirían perdidos si no tuvieran un mundo mágico en el que refugiarse. Ellos saben que ese mundo mágico existe. ¿Cómo no lo van a saber si es el mundo en el que viven y son felices? De vez en cuando, los mayores logran sacarles de él, pero ellos retornan en cuanto tienen una posibilidad. Y los máximos representantes de ese mundo mágico son SSMM los Reyes Magos de Oriente.
– Se me ha roto este juego.
– ¿Te gustaba mucho?
– Sí
– Pues te compraré otro igual
– No, no gastes el dinero. Se lo pediré a los Reyes Magos
Los Reyes Magos comprenden a los niños, les admiran y entienden todo lo que hacen y por qué lo hacen. Un niño puede sentirse incomprendido por sus padres o hermanos mayores. ¡Ah!, pero tiene a los Reyes Magos, con los que sí que se puede confiar.
Pero mezclar a los magos de Oriente con otros personajes fabulosos importados de otros países puede crear confusión en las mentalidades infantiles. Ellos necesitan referencias claras. Una multitud de mitos puede llevarles al convencimiento de que lo que desea es tenerlos tranquilos y que no molesten. Una cosa es que los Reyes Magos premien esos méritos suyos que han podido pasar inadvertidos a los mayores y otra que se les haga chantaje para que se porten bien. Sin contar con que si todos esos personajes fabulosos les dejan regalos, inevitablemente unos tendrán más acierto que otros. ¿Qué magia es esa?
1 comentario:
Pero querido Vicente! Lo que escribes en tus dos primeros párrafos no es así... Si en algún lugar del mundo ocurre esto, estamos ante una educación muy mala, pésima para serte sincera ;)
Cómo va a ser bueno que "Los niños viven sometidos al arbitrio de los adultos, que muy a menudo les constriñen, coartando su naturaleza libre e indómita, les imponen normas que no comprenden, y les marcan objetivos cuya finalidad se les escapa". "Educar" así sería una barbaridad! Propia del siglo... no sé, 18? 14?
"Los niños tienen unos méritos o llevan a cabo proezas que a lo mejor no capta nadie, ni se las aplaude". Por supuesto que hay que aplaudir a los chicos, la consigna es "motivar" y esto se hace siempre en forma positiva :)
"Los niños, inmersos en el mundo cruel de los mayores", pero es que nuestro mundo es cruel? Yo no lo veo así ;)
"se sentirían perdidos si no tuvieran un mundo mágico en el que refugiarse". Mi testimonio personal: nunca creí ni en Santa Claus, ni en nada; pero siempre tuve mucha imaginación, imaginación creativa que se vertía en historias que escribía y que mis companeros leían en el colegio; escribir es siempre algo que en mi colegio fomentaron; lo que está muy bien.
"Ellos saben que ese mundo mágico existe. ¿Cómo no lo van a saber si es el mundo en el que viven y son felices?" Pienso que si los chicos no son felices en el mundo real, hay algo que está muy mal...
Un abrazo!
Publicar un comentario