martes, 6 de diciembre de 2011

Con Rosa Díez

Hoy, día en que se conmemoran tantas cosas, hay que estar con Rosa Díez. Y hay que hacerlo que en esta España en la que tantos callan (y si no callan lo que dicen es peor que el silencio) por cálculo electoral, ella ha escrito un artículo en El Mundo, en el que llama cobardes a los cobardes y traidores a los traidores. El asunto del que trata, probablemente, es el que más le duele: Eta.
Ella es vasca. ¿Cómo no va a dolerle tanta cobardía en su entorno? En tal día como hoy, un sujeto llamado Adolfo Muñoz, que hablaba en nombre del sindicato ELA, insta al gobierno a que inicie conversaciones con Eta para abordar las consecuencias del conflicto. Ese es un sindicato que se descalifica por sí mismo.
El gobierno jamás debe conversar con los delincuentes. Mucho menos con delincuentes tan atroces como los etarras. El sitio de los terroristas, con capucha o sin capucha, es la cárcel. Ahí deberían estar todos.
Hoy se celebra el aniversario de la Constitución y los etarras deberían celebrarlo más que nadie, puesto no da cabida en ella a la cadena perpetua. Sería conveniente revisar este punto.
Rosa Díez, Carlos Martínez Gorriarán, Fernando Savater, son vascos y fundadores de UPyD. Todos ellos son radicalmente contrarios a Eta. Fernando Savater ha hecho notar que él lo es por convencimiento, no porque la banda le haya hecho algo. Oponerse a Eta en el País Vasco conlleva graves molestias, y no sólo la de temer por la propia vida. Como lo demuestra el hecho de que pese a haber nacido allí este partido, sea tan poco votado por aquellos lares. Los cobardes no suelen votar a los valientes.
Circula por el País Vasco la especie de las torturas. Rosa Díez prefiere hablar de un dato que las desmiente: los más de trescientos asesinatos sin resolver. Yo exijo al gobierno que no prescriban y que no pare hasta descubrir a los asesinos.

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