El
presidente del gobierno se siente tan cómodo como aquel que piensa
que los que tiene enfrente, a corto plazo, no lo pueden desbancar. A
su vez, tienen mucha ropa sucia que lavar y mucho jaleo en la
trastienda.
Por
su parte, los contribuyentes no tienen más remedio que pagar, y
pagar, y pagar. Y mirar la tele y callar. O ejercer el derecho al
pataleo en las redes. Como a fin de cuentas siempre hay una masa que
vota, el chiringuito de quienes viven de los impuestos está
asegurado.
Dice
Rajoy que los sobresueldos se pagan en todas partes y yo supongo que
habrá querido referirse a todos los partidos. Y dice que es justo. Y
yo no sé por qué es justo. ¿Qué es lo que han hecho los políticos
a cambio de esos sueldos y esos sobresueldos? Hundir al país en la
miseria, dejándolo además al borde del desguace. Lo último es que
el Frob admite pérdidas de muchos millones. O sea, dinero de los
contribuyentes echado por el desagüe. Pero eso, probablemente, ya lo
sabían cuando daban los millones, aunque entonces decían que los
recuperarían todos.
Dice
Rajoy que se equivocó con Bárcenas, y con eso lo da todo por
solucionado. Pero lo había puesto a cuidar millones que eran del
partido, pero procedían de los contribuyentes. Ese el cuidado que
tiene Rajoy con el dinero de los trabajadores. Bárcenas estuvo
muchos años en el cargo sin que Rajoy sospechara nada. ¿Qué
capacidad de penetración psicológica tiene el presidente del
gobierno?
Con
respecto a lo de esperar a que la Justicia acabe su trabajo cabe
albergar serias dudas. Para que pueda haber democracia en un país la
Justicia ha de ser independiente. Y no consta que el gobierno de
Rajoy haya dado pasos en este sentido, más bien da la impresión de
que trata de atar en corto a los jueces. A pocos partidos les
interesa que la Justicia sea independiente.
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