viernes, 7 de febrero de 2014

El muerto era de Elorrio

Respondía al nombre de Arkaitz Bellón Blanco y cumplía una condena de 12 años de cárcel por delitos de atentado, depósito de armas, coacciones y daños. Como bien ha dicho Gorka Maneiro en el Parlamento Vasco, la responsabilidad de esta persona estuviera en la cárcel es, buena medida, de Eta.
Algún animal, con perdón para los animales, ha hablado de asesinato programado. Pero programados han sido los atentados de Eta. O sea, el entorno en el que se mueve a gusto el animal. Todavía quedan más de 300 sin resolver, cosa que no preocupa a la gentuza. El hecho de haya más de 300 criminales por la calle, quizá mil, no inquieta a los votantes de Bildu, Sortu y demás.
Conviene recordar lo dijo un vasco llamado Pío Baroja: El hombre está un milímetro por encima del mono, cuando no un centímetro por debajo del cerdo.
El PNV, ese partido fundadado por el orate Sabino Arana, EH Bildu, Geroa Bai, Sortu, o sea la flor y nata, piden explicaciones por la muerte del citado sujeto en la cárcel.
Los componentes de esos partidos, y quienes les votan, deberían leer Vidas rotas y Mal consentido.
Hoy he tenido la suerte de poder saludar a Consuelo Ordóñez, la presidenta de Covite. Si los políticos españoles fueran capaces de alcanzar la entereza moral de ella las cosas podrían ir mucho mejor en España. Pero es que, además, las ve venir. Posee una lucidez que le permite prever los peligros y darse cuenta de cuáles son aquellos contra los que no puede hacer nada. Estos tipos (y tipas) que se preocupan tanto por el preso muerto en la cárcel, muy probablemente por causas naturales, no se sobresaltan, ni mucho menos, por el hecho de que Consuelo, muy a su pesar y en contra de su voluntad, tuviera que irse de su querida San Sebastián.
Los etarras y sus conmilitones tienen en ella un hueso duro de roer. Mucho más que Mariano.
'El amor no es un verso libre'
'Figuraciones mías'
'Fuga y contrapunto'
'Pasos de baile y otros relatos'
'El crimen de la calle El Salvador'
'Creciendo juntos'
'Iluminados y perversos'
'Cien palabras'


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