miércoles, 5 de febrero de 2014

La ONU, preocupada con el Vaticano

El motivo de la preocupación de la ONU consiste en que la actitud adoptada por el Vaticano con respecto a los curas pederastas no es todo lo firme que cabría esperar.
Estos curas deberían haber sido expulsados de la Iglesia de inmediato y el Vaticano debería colaborar con la Justicia para que fueran juzgados, como suele ocurrir con los demás mortales que están en el mismo caso.
A mí también me preocupa el Vaticano. Por las mismas cosas que a la ONU y otras igual de graves que habría que añadir. ¿Qué sentido tiene que un obispo pida que Otegui salga de la cárcel? Está condenado por pertenecer a una organización terrorista. ¿Le parece bien al Vaticano que un obispo apoye a alguien que pertenece a una organización que ha intentado aterrorizar a los españoles durante varios decenios.
El Vaticano fue capaz de reaccionar con rapidez, excomulgando fulminantemente, a un sacerdote que apareció en la revista Zero. En cambio, con los pederastas no se entera; con los nacionalistas hace la vista gorda (¿Qué tiene que ver el nacionalismo con la doctrina cristiana?); a la monja Forcades no la molesta; ha reaccionado con rapidez desmintiendo al abad de Monserrat, pero lo había dejado hacer durante mucho tiempo y tampoco lo ha expulsado de la Iglesia; ¿Qué tiene que ver el odio a los españoles con la Iglesia católica? En repetidas ocasiones muchos curas vascos han ido en procesión, perdón en manifestación, a favor de los presos de Eta; a las víctimas que les den, parecen pensar estos curas; ¿Qué tiene que decir el Vaticano a todo esto? Pues no ha dicho nada.
A todo esto, Uriarte, a quien le han dado un premio Sabino Arana, para vergüenza del Vaticano, pide a toda la sociedad “un esfuerzo por la paz”. ¿De qué paz habla este señor? ¿Lo puede explicar el Vaticano? Lo que hará el Vaticano dentro de unos meses es pedir que marquemos la X.

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