lunes, 19 de junio de 2017

Más tonto que un obrero de derechas

Este era el eslogan, que quizá todavía se use, con el que se pretendía, o pretende, ridiculizar o presionar a los trabajadores por cuenta ajena que prefieren a la derecha.
Un eslogan nada democrático, por cierto, y sí con mucha malasombra, porque induce a faltar al respeto a muchos ciudadanos y pretende coartarles su libertad de elección. Se conoce que abundan esos que piensan que puesto que son de izquierdas todo lo que hagan está bien. Más o menos, como el dios del Islam.
Y ahora llega el guaperas que ha recuperado el mando del PSOE y además de procurarse el poder absoluto en el partido (demostrando cuál es su concepto de la democracia), se mostrado partidario del galimatías ese del nación de naciones, de naciones, etc. Se supone que a partir de que Pachi López le hiciera la pregunta en aquel debate le ha dado por estudiarse el concepto y ha llegado a esa conclusión.
Al margen de que esa sea una burrada de burradas, queda una cuestión más importante: ¿Qué le importa eso a un obrero? ¿Qué problemas le resuelve a un obrero ese galimatías? Porque si se hace creer que la izquierda se preocupa por los obreros, los hechos demuestran que eso no es cierto. Si fuera cierto que Pedro Sánchez se preocupa por los obreros trataría de aliviar la carga que llevan sobre sus espaldas, ya que con sus impuestos se mantiene a un número ingente de mangantes. En España hay un gran número de instituciones y organismos perfectamente prescindibles. Si los obreros pudieran ahorrarse todo ese dinero que se malgasta en inutilidades, podrían alimentarse mejor, vestir mejor, y al poder comprar más cosas se crearían más puestos de trabajo.
En lugar de eso, el guaperas insiste en tomarles el pelo, en hacerles creer que es bueno gastar dinero en esas entelequias, etc. Que los socialistas hayan votado a ese individuo no puede significar más que la pulsión suicida del PSOE es muy fuerte.

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