En su columna de ayer domingo, en Las Provincias, F.P. Puche, al explicar la escena en que Carmen Alborch, ayudada por Rafa Rubio y J.I. Pla, planta un árbol en Torrefiel, hizo hincapié en la catalanidad de la candidatura, lo cual es rigurosamente cierto. Pero yo creo que es peor la catalanidad del PP, por más subrepticia y traicionera. Fue el PP quien inventó la AVL, haciendo un monumental desprecio a la RACV. Y ha sido el PP quien se ha empeñado en incluirlo en el estatuto. Ha sido con el PP cuando más ha avanzado el catalán en la Comunidad Valenciana, así por este lado no asusta la candidatura socialista. Quizá a ellos les resulte más difícil imponer el catalán. También se refirió el articulista a la metida de pata de Carmen Alborch, que prometió plantar un árbol por cada niño que nazca y resulta que Rita Barberá ha plantado más. Carmen viene de Madrid y no está al tanto de lo que ocurre en Valencia y sus compañeros de Valencia o no hacen los deberes o le han ocultado el dato. Con todo, conviene resaltar que la candidata socialista en sus artículos viene refiriéndose a los árboles, a los parques, al Jardín del Turia. Es decir, piensa en una ciudad para vivir, o quiere dar la sensación de que piensa en ella. Ignoro hasta que punto piensa hacer realidad lo que pretende, en el improbable caso de que gane o hasta qué punto iba a esforzarse por conseguirlo. Porque lo que ocurre en la actualidad es que las calles no son más que lugares de tránsito y si es rodado mejor. En Barcelona, por ejemplo, se están planteando limitar la velocidad de los vehículos a 30 Km. /h., con lo que ya se podrían bajar las bicicletas a la calzada y los peatones ya podrían salir a pasear e incluso pararse a charlar bajo la sombra de un árbol. Hacer que las calles vuelvan a ser lugares para vivir es un buen reto.
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