El antiguo cauce del Turia, a su paso por Valencia, estaba destinado a convertirse en autopista que iba a cruzar toda la ciudad, descongestionando el tráfico. La idea no sólo parece atroz sino que lo es. Y cuando parecía que la suerte estaba echada, dado el particular carácter valenciano, poco dado a las protestas, surgió el diario Las Provincias con la campaña “El llit del Turia es nostre y el volem verd”. Una propuesta tan razonable no tenía más remedio que resultar exitosa. Y aquí tenemos hoy un magnífico jardín que oxigena la ciudad. Yo siempre creí que la campaña había sido obra del periódico, ideada, planificada y dirigida por su Consejo de Administración y supervisado su desarrollo por José Ombuena, el director de entonces. No me costaba nada imaginar que María Consuelo Reyna, la subdirectora, se hubiera empleado con vehemencia en esa campaña. Pero Baltasar Bueno, director de Valencia hui, que en aquella época trabajaba en Las Provincias, ha venido a desvelar que todo, la idea, la planificación y el desarrollo de la campaña, fue obra de María Consuelo Reyna. Los valencianos y el mundo entero le debemos el jardín del Turia. Por mi parte, recuerdo que siendo ya ella directora del periódico a un concejal se le ocurrió asfaltar el pasillo central del cauce, aquél por el que antes transcurrían las aguas. Visto desde los puentes, resultaba horroroso. Una cinta negra, de varios kilómetros de longitud discurría por entre las tierras circundantes, provocando un feo contraste. María Consuelo Reyna escribió una columna alertando sobre las carreras que harían las bicicletas por esa carreterita, impidiendo, por tanto, el paseo de los ciudadanos. Inmediatamente fue desmontada la cinta de asfalto. Quien antes nos había librado de la autopista, nos había vuelto a salvar del asfalto. Hubiera redondeado su faena con el cauce si hubiera pensado en lo hermoso que sería que el río siguiera discurriendo por su lugar, una vez eliminada la posibilidad de que se reprodujeran las riadas.
El concejal no dimitió, ni fue destituido ni recuerdo que se disculpara por nada. Creo que sigue siendo concejal e ignoro si ha vuelto a tener más iniciativas que nos hayan salido caras a los ciudadanos. En lo que respecta a María Consuelo Reyna, conviene decir que también cometió errores. Siendo como era tan exigente con los demás, una vez se refirió a unas pistas de “precalentamiento” que instalaron en el mismo cauce. Francisco Pérez Puche, entonces subdirector, se percató y en su columna del día siguiente empleó varias veces la palabra “precalentamiento”. Así, quien quisiera hacer burla de una tendría que hacerla de dos. El uso indebido de la palabra precalentamiento había sido erradicado por la RAE en los tiempos en que a ésta todavía se le hacía caso.
El concejal no dimitió, ni fue destituido ni recuerdo que se disculpara por nada. Creo que sigue siendo concejal e ignoro si ha vuelto a tener más iniciativas que nos hayan salido caras a los ciudadanos. En lo que respecta a María Consuelo Reyna, conviene decir que también cometió errores. Siendo como era tan exigente con los demás, una vez se refirió a unas pistas de “precalentamiento” que instalaron en el mismo cauce. Francisco Pérez Puche, entonces subdirector, se percató y en su columna del día siguiente empleó varias veces la palabra “precalentamiento”. Así, quien quisiera hacer burla de una tendría que hacerla de dos. El uso indebido de la palabra precalentamiento había sido erradicado por la RAE en los tiempos en que a ésta todavía se le hacía caso.
1 comentario:
El jardín del Turia es una de las cosas más valiosas de Valencia. En cuanto al poder del periodista, a veces uno puede aspirar a confirmar esa maravillosa frase, "puede más la pluma que la espada".
Un abrazo desde ValenciaMania.net
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