El diario Las Provincias da hoy la noticia de que los señores que ocupan los altos cargos de las Cortes valencianas gastaron en dietas mucho más del doble de lo presupuestado. ¿Qué les vamos a contar a tan dignos señores que ellos no sepan?
No se pueden comparar las necesidades de aquellas familias que han pedido alguna beca escolar para sus hijos y se la han denegado. Todas las necesidades de esas familias se resumen en la necesidad de comer todos los días, mientras que los altos cargos se ven en la obligación (¡que es más que una necesidad!) de dejar bien alto el pabellón valenciano al que representan. ¿Será por dinero? También tienen que comprender quienes sufren alguna minusvalía que han de pedir a sus familiares y amigos que hagan un esfuerzo y les ayuden, puesto que ahora se percibe menos dinero de los impuestos y no queda más remedio que mirar con lupa cada céntimo que se gasta. Quienes han ido al paro, o están a punto de ir, tienen que resistir como buenamente puedan con lo que les dé el gobierno.
Ahora bien, los políticos y con ellos los altos cargos, se lo merecen todo, dados sus desvelos por el pueblo. Si no supieron prevenir la crisis, ni supieron poner freno a las concejalías de Urbanismo, es porque probablemente no hay bastantes políticos, para poder estar en todo, debería haber el doble, por lo menos. Hace poco, se aumentó el número de diputados, pero ya se vio luego que no eran suficientes. Los ciudadanos hemos de darnos cuenta de que hemos de trabajar para pagarles, sin consentir que les falte nada. Por eso, a nosotros se nos recomienda que usemos los transportes colectivos, pero ellos se han hecho unos aparcamientos, para poder ir a las Cortes del modo que corresponde a sus altas dignidades. Se han hecho una cafetería de lujo y tienen la comida subvencionada, lo cual les permite rendir más, aunque ese plus de rendimiento no ha sido suficiente para prevenir la crisis. Y han despedido al letrado de las Cortes, porque había “incomunicación” entre él y la presidenta. Hay que entender que se sacrifican por la patria.
No se pueden comparar las necesidades de aquellas familias que han pedido alguna beca escolar para sus hijos y se la han denegado. Todas las necesidades de esas familias se resumen en la necesidad de comer todos los días, mientras que los altos cargos se ven en la obligación (¡que es más que una necesidad!) de dejar bien alto el pabellón valenciano al que representan. ¿Será por dinero? También tienen que comprender quienes sufren alguna minusvalía que han de pedir a sus familiares y amigos que hagan un esfuerzo y les ayuden, puesto que ahora se percibe menos dinero de los impuestos y no queda más remedio que mirar con lupa cada céntimo que se gasta. Quienes han ido al paro, o están a punto de ir, tienen que resistir como buenamente puedan con lo que les dé el gobierno.
Ahora bien, los políticos y con ellos los altos cargos, se lo merecen todo, dados sus desvelos por el pueblo. Si no supieron prevenir la crisis, ni supieron poner freno a las concejalías de Urbanismo, es porque probablemente no hay bastantes políticos, para poder estar en todo, debería haber el doble, por lo menos. Hace poco, se aumentó el número de diputados, pero ya se vio luego que no eran suficientes. Los ciudadanos hemos de darnos cuenta de que hemos de trabajar para pagarles, sin consentir que les falte nada. Por eso, a nosotros se nos recomienda que usemos los transportes colectivos, pero ellos se han hecho unos aparcamientos, para poder ir a las Cortes del modo que corresponde a sus altas dignidades. Se han hecho una cafetería de lujo y tienen la comida subvencionada, lo cual les permite rendir más, aunque ese plus de rendimiento no ha sido suficiente para prevenir la crisis. Y han despedido al letrado de las Cortes, porque había “incomunicación” entre él y la presidenta. Hay que entender que se sacrifican por la patria.
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