Las subvenciones de los partidos

Los partidos políticos, al igual que los sindicatos, deberían financiarse únicamente con las cuotas de sus afiliados. De este modo se verían obligados a democratizarse en grado sumo, para captar muchos afiliados y luego tratarlos bien, para que no se dieran de baja. En el caso de que por este método les resultara imposible recaudar la cantidad mínima necesaria para funcionar, se podría optar por la subvención, pero vinculándola al número de afiliados al corriente de pago. Prohibidas las subvenciones arbitrarias.

Lógicamente, quienes mandan no piensan hacer esto bajo ningún concepto. Son como niños y les gusta el poder más que los chupetes a los niños de pecho. Y así nos va con “líderes” de este tipo, con “personajes” que creen que la gente necesita un líder. Y estos tipos, que acaban de dar una puñalada trapera a los trabajadores y a los pensionistas, han aumentado las subvenciones a los partidos en un 33%, cosa que es una aberración.

La cruel cuchillada que se ha dado a los trabajadores y pensionistas, que vino precedida por la que se dio a los funcionarios, para el caso de que fuera inevitable debió venir acompañada por otras medidas. Ni los funcionarios, ni los trabajadores, ni los jubilados tienen la culpa de la crisis. En todo caso, algunos de ellos, en su calidad de consumidores, pueden haber sucumbido a las tentaciones que se les ofrecían y se han endeudado más de la cuenta. Si a pesar de que no tienen culpa hay que castigarlos, esa medida debería venir acompañada de otra. Los responsables de la crisis, que tan cara cuesta a los más indefensos, deberían ir a la cárcel. Los principales responsables de la crisis son los políticos, que son quienes debieron tomar las medidas necesarias para que no se produjera y, en cambio la negaban cuando ya se había producido, por egoísmo electoral. Luego de los políticos van esos empresarios que sólo veían su beneficio inmediato, sin tener en cuenta nada más. Lo que tanto daño ha hecho a las clases indefensas en España hubiera merecido que al menos cien responsables fueran a la cárcel. El número cien en este caso no es ni puede ser exacto. A lo mejor son bastantes más los que lo merecen.

'Espejismos'
'Hablar sin palabras'
'Los tiburones han muerto'
'El Cid contado a los niños'
'Ninfas'
'El día del juicio'
'El Palestino'
'Poesía reunida'