Juan Rosell, hablando en calidad de presidente de la CEOE, pide que se pueda despedir a los funcionarios. La patronal siempre apunta contra la parte más débil, que es la compuesta por los trabajadores.
Los funcionarios sufrieron un recorte tan traidor como el de la congelación de pensiones. Quizá los dos sectores que menos culpa tuvieron de la crisis cargaron con la culpa, por el único motivo de que no tienen modo de defenderse. Los funcionarios están ahora amedrentados pensando en se cierne sobre ellos un nuevo recorte que añadir al anterior, que ya les llevó en muchos casos a tomar soluciones drásticas. Y Rosell no tiene empacho en regalarles, generoso él, un nuevo motivo de zozobra.
Los trabajadores despedidos fueron las primeras víctimas de esa crisis, con muchas otras pequeñas empresas que se vieron obligadas a cerrar por falta de clientes, no porque hubieran incurrido en operaciones de riesgo.
¿Por qué no arremete Rosell contra el excesivo número de políticos? El número no sería excesivo si la clase política hubiera sabido sortear la crisis, o la hubiera minimizado. Pero no, los políticos españoles no sólo se han comportado mal en los tiempos previos a la crisis y durante la crisis, sino que, además, han sido un lastre, puesto que han seguido derrochando.
Algunas de las grandes empresas tienen mucha más culpa de que estemos en crisis que el trabajador más inconsciente y manirroto.
¿Por qué Rosell no aboga por que siempre se incentive con los bonus a un directivo, haya también un malus, para evitar aventuras como las que han llevado a la ruina a algunas entidades.
La patronal siempre está exigiendo que se recorten derechos a los trabajadores, nunca hace autocrítica, ni acierta a comprender que los responsables de la baja productividad española son quienes dirigen los centros de trabajo, y no los trabajadores. La patronal quiere sacar provecho de la crisis.
1 comentario:
Con esos empresarios, ¿como no vamos a estar en crisis?
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