martes, 29 de octubre de 2013

El TEDH y los insultos en la red

Este tribunal no ha tenido reparos en hacer que una horda de criminales salga a la calle, aunque la mayor parte de la culpa de este desastre la tiene la casta política española que, según para qué cosas, se la coge con papel de fumar, sobre todo el autodenominado sector progre.
Con la misma facilidad con que usan algunos el adjetivo fascista se resisten estos mismos a considerar la cadena perpetua como opción razonable para ciertos delitos.
Con respecto al TEDH y su criterio de responsabilizar a las webs de los contenidos insultantes que personas emboscadas en nombres ficticios puedan verter en ellos, conviene considerar que es muy peligroso para los dueños de las webs. ¿Habrá que estar de guardia las veinticuatro horas? ¿Qué se considera insultante?
Hay cosas que no se pueden controlar. Si alguien aprovecha la noche para quemar contenedores o pinchar ruedas de coches es posible que quede impune. Si en un partido de fútbol alguien lanza objetos al campo y daña a alguien quizá quede impune. Pero en Internet hay alguien que no se puede escapar. Cualquiera puede habilitar una identidad falsa y utilizando una IP que no es suya puede decir lo que le parezca. Culpar luego al dueño del sitio es muy fácil.
El mejor modo de tomar las cosas es otro. Lo que se dice con una identidad no comprobable no cuenta, es como un espacio en blanco, salvo que sea una opinión interesante o una noticia cierta. Los insultos proferidos por gente sin identificar no deben ofender.
En lo que me concierne, a veces soy insultado y no me ofendo. Generalmente lo hacen de este modo, o sea, a escondidas. Pero tampoco faltan los que se identifican. Así, por ejemplo, Peter Innes, que me dijo estas cosas:
-I see you are still a moran huh Vinny? Some things never change.
-You sure are a tough guy behind that computer. Is your husband just as tough as you?
Evidentemente, le definen a él.
Creo que hay que reinventar la Unión Europea y su TEDH.

No hay comentarios: