miércoles, 30 de octubre de 2013

Gabilondo y las víctimas

En cierta ocasión quise ver un vídeo de Gabilondo, y esos gestos suyos mediante los que trata de llevar al espectador a su terreno, esos giros de voz, con los que intenta hacer pensar que su modo de ver el asunto es más inteligente, pudieron conmigo. Es decir, me quedé totalmente dormido.
Este señor es peligroso para mí. Días más tarde iba conduciendo y sin saber por qué me vino a la mente ese vídeo y tuve que hacer grandes esfuerzos para cambiar de pensamiento y despejar el sopor que me invadía.
Pero algo me llega de lo que hace él, así que he sabido que ha dedicado uno de sus sermones a las víctimas del terrorismo. Y no estoy de acuerdo. Sólo faltaba que las víctimas, con el atentado particular de cada una de ellas, hubieran perdido también derechos.
Las víctimas tienen no sólo el derecho sino también la obligación de exigir que los etarras sean perseguidos por la justicia, cazados, juzgados, condenados y que luego cumplan las penas que les hayan sido impuestas. Todo lo que no sea eso es una traición a las víctimas y a las personas decentes. Iba a decir que a la sociedad en general, pero me doy cuenta de que a una parte de ella disfruta con el dolor ajeno.
Los atentados terroristas alcanzan directamente a unas pocas personas, pero la finalidad es la de aterrorizar a todas las demás, por tanto es una exigencia moral que se persiga a los terroristas y se les trate según la ley.
Que los partidos hayan querido aprovechar electoralmente el asunto etarra es una traición a las víctimas y a la sociedad.
Por supuesto que las víctimas tienen derecho a hablar de política. Eduardo Madina, por ejemplo, se dedica a la política. Nos puede gustar más o nos puede gustar menos lo que hagan o digan, pero no por eso dejan de ser víctimas del terrorismo, ni ciudadanos.

No hay comentarios: