domingo, 3 de agosto de 2014

Duran Lleida no es francés

Lamentablemente es español y en España se le permite que intente perjudicar y destrozar a su propio país.
Manuel Valls, que también fue español hasta los veinte años, se naturalizó francés a esa edad. Trabaja en beneficio de su país y de sus ciudadanos.
Se entiende que Duran Lleida no se haya naturalizado francés. Habría tenido que trabajar para vivir. En España se dedica a decir barbaridades que deberían ofender a quienes las escuchan, porque son tomaduras de pelo. Lo que ocurre es que los hábitos democráticos de los españoles son escasos y no se dan cuenta. Además, los aliados ideológicos de Duran Lleida han esparcido un virus maligno entre la población, y lo de los infectados ya no es vida. Se pasan todo el tiempo rumiando: no nos quieren, no nos aman, no nos comprenden, no nos adoran, no se dan cuenta de que somos los más grandes. Inmersos en esa espiral de pensamientos, se tragan todo.
El gobierno en el que está Manuel Valls ha tomado una medida que redundará en beneficio de los franceses, puesto que supondrá un ahorro para las arcas del Estado. Ha fusionado regiones y las 22 antiguas pasarán a ser 13. Todo lo que inventan los españoles y especialmente los nacionalistas tiende a aumentar el gasto de los ciudadanos. Prefieren dejar de atender pacientes que necesitan ser atendidos urgentemente que cerrar embajadas o dejar de subvencionar a los catalanistas valencianos.
Lo de fusionar regiones les haría soñar con los fantasmagóricos países catalanes, pero supongo que al Reino de Valencia le vendría mejor unirse con el de Murcia. Por lo menos, mientras subsista le fiebre catalanista.
Duran Lleina se resiste a abandonar la política, e insiste en las mismas chorradas de siempre, esas chorradas que ni se habría atrevido a insinuar ante los 15 intelectuales que propiciaron el nacimiento de Ciudadanos. No lo digo por Pujol, pero se conoce que la cara dura es indispensable para ser político nacionalista.

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