sábado, 16 de agosto de 2014

Manuel Chaves y la democracia

Ha sido presidente del PSOE y de Andalucía; también fue ministro. Y a pesar de haber ostentado cargos tan relevantes sigue sin entender que sin justicia no hay democracia.
Ha dicho que la instrucción de la causa que está llevando a cabo la juez Alaya ha sido una especie de proceso político judicial, en el que se ha tratado de destrozar a un partido que levantó Andalucía.
Demasiadas afirmaciones juntas que no responden más que a su propia opinión. Tildar de proceso político a un proceso judicial es grave. El partido que ha presidido el propio Chaves tiene y ha tenido una importancia capital en la configuración de la justicia española. Si ahora le parece que está mal hecha, debería comenzar explicando eso.
La afirmación de que la juez Alaya está tratando de destrozar al PSOE puede catalogarse como delirio paranoico. A nadie que esté en su sano juicio le interesa destrozar al PSOE. Vaciarlo de chorizos sí es buena idea. También sería buena idea vaciar de chorizos a los demás partidos.
La última de las afirmaciones incluso es risible. ¿Cómo que levantó a Andalucía sí tiene una tasa de paro altísima y ha mejorado menos que la media de España? Está muy feo se alabe a sí mismo. Esas cosas deberían decirlas los demás, o dar datos, que no parece que sean buenas. Y precisamente la juez Alaya está destapando algo que ensombrece aún la gestión de los socialistas en Andalucía. Cuando se critica algo que se ha hecho mal no es porque se quiera destrozar a quien lo ha hecho mal, sino que se quiere que se haga bien.
Es cierto que se echa de menos una justicia independiente y con medios suficientes para desempeñar su labor. Si la hubiera es probable que nos hubiéramos ahorrado un gran número de casos de corrupción que, además, se han venido dando a lo largo de un gran periodo de tiempo.

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