lunes, 25 de agosto de 2014

Los cazadores, descontentos con Monedero

Se conoce que Juan Carlos Monedero, cuyo cometido dentro de Podemos desconozco, puesto que no me interesa nada de este partido, como tampoco me interesan Bildu o ERC, no para de escribir burradas.
Tengo entendiddo que participa en una web que se llama Aporrea, en la que escribe cosas que son para echar a correr. Sus partidarios o no le leen o están de acuerdo con esas burradas que dice. Esta vez no se ha servido de Aporrea para sus deposiciones, sino que ha sido en otro medio en donde ha ido a ofender a los cazadores. A mí no me atrae la caza, pero reconozco que para un cazador el paseo por el campo, escopeta en ristre, tiene otros alicientes. Un cazador tiene más motivación para ir al campo y para fijarse en todo lo que ve.
Hace bastante tiempo, el poeta César Simón, al que no le gustaba nada la caza, escribió un artículo en el diario Las Provincias, que terminó de modo elocuente: «deponga las armas, señor Delibes». Pero ese artículo era muy fino, y aunque no se estuviera de acuerdo con su contenido, o no se participara de la misma vehemencia, daba gusto leerlo. Y otra cosa que conviene resaltar es que Miguel Delibes fue un cazador contumaz, y esa afición suya dio lugar a numerosos artículos, que instruían y deleitaban al mismo tiempo, y a algún que otro libro.
Particularmente creo que tener en casa un arma de fuego es peligroso, porque hay gente que no sabe controlar y en un momento dado puede ser víctima de un arrebato y hacer algo irreparable. Pero no es lo mismo salir a cazar liebres, que ir a cazar personas, como hacen algunas bandas de la actual Venezuela que estos tipos bendicen.
Un cazador puede ser una persona tan pacífica, sabia y dotada de sentido común como lo fue Miguel Delibes.

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