lunes, 18 de agosto de 2014

Tenía que cantar y cantó. Juliana

Fue el autor del editorial que publicaron a un tiempo doce medios catalanes, el famoso editorial conjunto que viene a ser uno de los episodios más vergonzosos del periodismo español.
Por ese motivo todos estábamos esperando a ver qué decía tras la declaración de Pujol, uno de los episodios más vergonzosos de la política española. Esta declaración se produjo el día de Santiago, ese que algunos memos creen que se le invoca para 'cerrar' España. Poca afición tienen al diccionaro quienes piensan así. El caso es que esperábamos a ver que decía, y Juliana callaba.
Por fin se deshizo el misterio. El día 17 de agosto escribió su artículo, al que tituló 'La brigada Pomorska, de nuevo'. Dice que estaba en Sao Paulo y no se enteraba de nada de lo que ocurría por estos pagos. Está en su derecho de decir lo que quiera, y los demás también están en su derecho de creer lo que les parezca. Pero ahora ya está informado y ha dado su opinión: Pujol es una víctima. Y después de darnos a conocer su veredicto dice que relinchan los caballos.
Ha tenido que contar una historia de caballos y tanques para que al llegar al punto cumbre el lector tenga su mente ocupada en otras cosas y no estalle en una carcajada. Juliana, Juliana, Juliana.
Dice que media Cataluña (él escribe Catalunya, algunos tienen manía a la eñe y a la che; están mal, muy mal) está atónita y desconcertada. No creo, o en cualquier caso habría que aplicar eso de que no hay más ciego que quien no quiere ver.
Se refiere también a la que llama prensa capitalina, como si fuera enemiga de Cataluña. Lo que resulta alarmante es que sólo Manos Limpias se haya querellado con Pujol.
Y también que ninguno de los presidentes del gobierno o ministros de Hacienda hayan dado explicaciones y pedido disculpas a los ciudadanos que cumplen con sus obligaciones fiscales.

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