lunes, 15 de septiembre de 2014

Javier Cercas y Escocia

Con el vano empeño de convencer a los nacionalistas catalanes, Cercas, en un artículo titulado 'Escocia y nosotros', desgrana las diferencias que encuentra entre los casos escocés y catalán.
El intento es vano porque los nacionalistas no atienden a razones. Todo lo interpretan del modo que más conviene a su causa y a todo saben darle la vuelta. Si se les dice que se van a arruinar no se lo creen hasta que la ruina sea una realidad. La ceguera es tal que muchos de los nacionalistas catalanes son de izquierda, a pesar de que la izquierda y el nacionalismo son incompatibles.
Entre Cataluña y Escocia las diferencias son muchas, comenzando por el hecho de los escoceses son demócratas y los catalanes no, pero las similitudes también son muchas, comenzando por el hecho de que los nacionalistas miran hacia atrás y no hacia delante. Miran hacia atrás y lo que ven es quimérico, aunque lo ven en un caso tenga más base cierta que en el otro. La historia sirve para no repetir errores, no para enorgullecerse y mucho menos para inventarla.
Si en Escocia va a haber referéndum no es porque el Reino Unido carezca de Constitución, o porque los británicos sean más demócratas, que lo son, sino porque Cameron cometió un error de cálculo que les puede salir muy caro a los británicos.
Por otro lado, es normal que crezca el euroescepticismo en la Gran Bretaña, dado que la crisis ha puesto de manifiesto las grandes diferencias que hay dentro de la Unión Europea y que todavía no ha salido un líder que sepa explicar en qué consiste ésta. Y no es que la cultura británica busque inclinar a la GB hacia el modelo estadounidense, sino que éste sería el modelo de la GB aunque no existieran los EE.UU. El Reino Unido se integrará plenamente en la Unión Europea cuando ésta tenga un rumbo definido. Son los nacionalismos los que lo dificultan.

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